Los vecinos del barrio de la Seu cerrarán los tradicionales patios mallorquines de los casales para protestar porque Cort rechazó en el pleno sustituir la eliminación de aparcamientos en el mirador de la Catedral por los que hay frente al Parlament reservados a las autoridades políticas. Esta "medida de presión" hasta que el área de Movilidad solucione la reducción de estacionamientos para residentes se empezará a aplicar a partir del lunes, cuando entra en vigor la supresión de las plazas del mirador. "Cerraremos las puertas de madera para que no vean los patios ni los turistas ni los palmesanos que vienen a disfrutar de este barrio", tal como afirmó ayer el presidente de la asociación de vecinos de la Seu, Luis Clar, acompañado por una decena de afectados, junto a las plazas del Parlament.

Otras medidas de presión que impulsarán a partir del lunes son "colgar cortinas o trapos en las ventanas o balcones", en los que habrá un eslogan reivindicativo, y "colocar carteles visibles en las entradas de las viviendas y en los coches", tanto los oficiales como los que aparquen en la zona sin contar con la obligatoria tarjeta de Acire (Área de Circulación Restringida), ya que los fines de semana se cuelan muchos sin tener la autorización.

Por este motivo, una de las exigencias de la asociación es que el Ayuntamiento instale de nuevo el pilón retráctil que había hace años para impedir el paso de los no residentes. "Hay pilones en muchas ciudades, pero aquí solo tienen excusas para no ponerlo otra vez", criticó Clar. Respecto a la alternativa planteada por Cort de instalar cámaras de vigilancia, "hay gente que está de acuerdo y gente que no", por lo que ante la división vecinal, prefiere que sea "un impedimento físico, como un pilón o una barrera. Que pongan una multa a un señor que está aparcado en una plaza Acire, me da igual, porque ya ha ocupado el aparcamiento", como argumenta el presidente de la asociación de vecinos del barrio de la Seu.

Carteles que se colocarán en las entradas de las viviendas o en los coches oficiales y los que no tienen Acire.

Otras propuestas

Los coches de la administración pública que tienen permiso para estacionar en cualquier plaza, incluidas las Acire, reducen la veintena de puestos destinados a residentes en la calle Palau Reial cuando los funcionarios acuden a hacer gestiones, por lo que la entidad vecinal propone "que sean enviados al parking subterráneo de Antoni Maura", en palabras de Clar.

Otras ideas para sustituir las 26 plazas del mirador de la Seu son que les permitan aparcar en el muelle de la Escollera -por lo que Cort debería negociarlo con la Autoritat Portuària-, que los vecinos puedan estacionar en las calles Morey y Zanglada, y que las motos no puedan dejarse en cualquier sitio, sino únicamente en zonas reservadas para estos vehículos. Por último, solicitan que las seis plazas existentes en el mirador al lado del Obispado "sean destinadas a las personas mayores con alguna dificultad de movilidad y a las mujeres con niños o embarazadas", tal como señaló el portavoz.

Tras la reunión mantenida ayer con el alcalde, José Hila, el Ayuntamiento informó de que ha solicitado al Parlament y al Consell "que evalúen las plazas reservadas a vehículos oficiales y de seguridad y que tiendan a su reducción para dar soluciones a la demanda de aparcamientos". Además, Movilidad emitirá un informe la próxima semana sobre la posibilidad de implantar las propuestas vecinales.