El juez Manuel Penalva ha iniciado una investigación para aclarar el escándalo de las bajas médicas que han presentado nueve policías locales de Palma que están en prisión por corrupción, que se firmaron el mismo día de su detención. Certificados oficiales que firma, en todos los casos, el mismo facultativo, sobre el que lógicamente se centran ahora todas las sospechas.
El magistrado llamará a declarar en breve a dicho médico para que explique las razones por las que firmó el certificado de incapacidad laboral transitoria sin haber visitado al paciente y que después, además, ha ido firmado también las sucesivas prórrogas. Cada quince días los familiares han ido entregando en las oficinas municipales los documentos de ratificación de la baja.
Este veterano facultativo, al que muchos policías conocen de su etapa en la antigua Casa del Socorro, es el médico de cabecera de muchos policías locales de Palma, sobre todo de los más veteranos. Entre la plantilla tiene fama de que firma las bajas con cierta facilidad. Atiende a los policías a través de un acuerdo suscrito con una compañía aseguradora, que cubre las dolencias médicas de estos funcionarios municipales.
Ninguno de los policías locales de Palma que ingresaron en prisión por su implicación en esta trama corrupta tuvieron ningún tipo de contacto con este médico de cabecera. Aun así, han conseguido que les certificara esta incapacidad temporal. Durante el arresto policial ni uno solo de ellos solicitó ser visitado por ningún facultativo. Tampoco pidieron asistencia médica cuando estuvieron en los calabozos del juzgado, a la espera de declarar, pese a que tenían derecho a que el forense comprobara su estado.
Durante las semanas que llevan ingresados en prisión, según han podido constatar ya los investigadores, tampoco han recibido la visita de este médico de cabecera que firma los certificados oficiales. Los internos de la cárcel de Palma son atendidos por los propios servicios sanitarios del centro. Solo reciben asistencia médica externa en caso de operaciones quirúrgicas o dolencias muy graves, que no es el caso de los policías, ya que ninguno de ellos da muestras de ningún tipo de enfermedad.
La misma enfermedad
Otro de los datos más sospechosos es que, en todos los casos, el médico certifica que estos policías padecen la misma enfermedad. El médico, pese a que no visitó a estos pacientes, certifica que ninguno de ellos se encuentran en condiciones psicológicas adecuadas para trabajar, excusa suficiente para que estos funcionarios se han podido aprovechar de esta maniobra laboral para evitar que pierdan el sueldo.
Varios de los agentes que están en prisión han solicitado formalmente autorización para que su médico de cabecera les pueda visitar en el centro penitenciario. Todas estas peticiones han sido rechazadas, por cuanto los presos no pueden recibir asistencia de sus médicos particulares, sino que están obligados a utilizar los servicios propios del centro.
La presentación de estos documentos oficiales ha impedido al Ayuntamiento de Palma que pueda proceder a la suspensión de empleo y sueldo de estos supuestos policías corruptos. Esta tramitación administrativa no se podrá iniciar hasta que no sean dados de alta. Pero no solo no se les suspende, sino que además perciben el mismo sueldo, prácticamente igual como si estuvieran patrullando por la calle, pese a que todos ellos están encarcelados por las sospechas de que forman parte de una trama corrupta que se habría dedicado a extorsionar a empresarios nocturnos de Palma. El Ayuntamiento lo único que puede hacer es denunciar esta situación para que compruebe si las bajas médicas están justificadas. Pero mientras tanto, la administración no puede instruir el expediente de suspensión, dado que la baja es un documento oficial que firma un médico autorizado.
Otros policías investigados, que nunca han ingresado en la cárcel, también han presentado bajas médicas, aunque en estos casos sí fueron visitados por los médicos. El Ayuntamiento nunca ha dejado sin paga a los policías suspendidos. Les ha ido pagando únicamente el sueldo base, sin ningún complemento.
