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Palma a la vista

Una ciudad a mano alzada

En la panadería Mos de Cóc se exponen ahora los dibujos de la ciudad de Feliu Renom. "Palma es una enciclopedia", afirma

Un café en Mos de Cóc ilustrado con los dibujos de Feliu Renom.

La panadería Mos de Cóc se está convirtiendo en punto neurálgico de los dibujantes de la ciudad. En ella desayunan, o meriendan, traman cosas, los del Cluster de Cómic. A nadie puede resultarle paradójico si sabe que al lado de la propietaria y panadera forjada a sí misma, Pilar Tomey se encuentra el artista Jorge Isaurralde, al que todos reconocen en el mote Tatúm.

Unos días apenas y ya se ha cumplido el primer año de este negocio que vende pan sin trampa ni cartón. El festejo tendría un plus en la llonguetada que se celebró también en este local de Blanquerna por las fiestas de Sant Sebastià. Lo quisieron festejar con el bocadillo herido y con la exposición de dibujos de Palma de Feliu Renom.

Bajo una carpa de papelinas amarillas, algunos de los rincones de la ciudad como el Jonquet, o de negocios que son ya icono como el bar Flexas, o la inolvidable Catedral cuelgan de las paredes de esta panadería.

Los treinta dibujos que conforman la exposición son solo un anticipo del nuevo libro que prepara este médico sobre Palma, en la misma línea que los ya publicados Dibuixant sobre El Terreno o el dedicado a la Catedral.

"Están hechos en la calle. Participo de la corriente urban scketchers y desde que existe la posibilidad de compartir, de ver lo que hacen los demás, de colgar tus dibujos y que tengan difusión internacional, se ha creado una comunidad que te hace sentir muy a gusto", comenta Renom.

Nacido en Béjar pero criado en Barcelona, el médico llegó con su mujer a Palma y se instalaron en El Terreno, un barrio que conoce a fondo y que ha dibujado en casi todas sus esquinas. Viven ahí desde 1977.

"Cuando llegué pensé que dibujar Palma era una manera de conocerla", expresa. La tinta de la pluma estilográfica, que es la que suele utilizar para sus dibujos que luego colorea con acuarelas, y remata en una versión digital, se completa con sus propias pesquisas sobre los lugares que conoce a mano alzada.

"Cuanto más miras, más te encuentras. Palma no se acaba nunca; es una enciclopedia", asegura.

Mientras uno saborea los panes hechos por Pilar de manera artesanal, donde no existen los aditivos porque en Mos de Cóc esos seres no existen, puede regalarse la vista viendo la proa de un velero en el Náutico, o una gárgola de la Catedral. Feliu Renom disfruta su jubilación aún más. Aliado al cuaderno y su estilográfica, no hay rincón del mundo que se le resista. Le gusta viajar y son muchos los cuadernos que ha llenado con su pluma callejera.

Sus creaciones tienen cierto aire a los escenarios de cómic. En ellos no solo surgen rincones de la ciudad y sus arquitecturas -aunque son mayoría- sino que también aparecen personajes, sentados en un bar, comiendo en un restaurante, paseando, mirando a lo lejos. Una ciudad a mano alzada, la del médico Feliu Renom.

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