Rugían motores desde sa Pobla, Muro y Alaró cuando apenas el sol era un estela de luz. Amanecía y veteranos de las vespas y lambrettas como Jordi Cerdó y , de 69 años, Toni Borrás, de 68, salían de sus respectivos pueblos, Muro y Alaró, camino Palma. Su destino, la plaza de Cort. A las 8.45 de la mañana, unas sesenta y cinco scooters, se encontraban para hacer una salida por la ciudad, posando en lugares como la Catedral y el castell de Bellver como reclamo para presentarse a la candidatura de la Mallorca World Days.

"Creemos que las vespas y lambrettas tienen tirón. Polonia ha sido la ciudad elegida, vamos a ver si para el próximo podemos nosotros", señaló Xisco Clapés, del club Xapilles Scooter Classic de Mallorca.

La primera vespa fue creada en Italia en 1946. Desde entonces, se ha convertido en un icono para el cine, para tribus urbanas. La semana pasada falleció la actriz Audrey Hepburn, ¿quién puede olvidar su recorrido atropellado en la película Vacaciones en Roma?

"Tengo cuatro motos de diferentes tipos, una Harley y una BMW, pero la Vespa es un mundo aparte. Es la niña de mis ojos", admitió el veterano de esta concentración motera.

Atildado, en modo mod, Mario Valls, con una vespa 150 s del 64, comprada de segunda mano. "A mí siempre me ha gustado lo sesentero, lo retro. En los 80 tuve una primavera y ahora me compré ésta. Me gusta juntarme con otros motoristas", expresó.

Precisamente de eso se trata, de pasar un buen rato a lomos de sus motos, no muy rápidos, a suficiente velocidad para no perderse detalle.

Toni Borrás lucía con orgullo su primavera t-3 decorada con un sin fin de pegatinas de vespa que recortó a mano y pegó con paciencia infinita. "Gané un concurso el verano pasado en Croacia", cuenta sin jactarse, sonriendo. Él pertenece al Vespa Club Mallorca, los más veteranos, que junto a Xapilles, Amics de ses Vespes de Muro y de Inca se sumaron a la concentración que acabó en una merienda en el hipódromo de Son Pardo.