Un sí rotundo a los pedales. Un sí a una manera de moverse por la ciudad más sana. Un sí rotundo a la diversión. Un sí rotundo a la bicicleta. La Diada Ciclista registró ayer su máximo cupo de participación: 13.000 personas se apuntaron a esta iniciativa que certifica con sus treinta y ocho ediciones que Palma apuesta por el medio de transporte rodado.

Cort fue el punto de encuentro de los ciclistas. Media hora antes de la salida, sus calles adyacentes ya estaban colapsadas por los participantes. Era prácticamente imposible circular por Colom y plaza Santa Eulàlia.

El recorrido de seis kilómetros, desde Cort hasta Son Moix, recorriendo la plaza Santa Eulàlia, el parc de la Mar, Antoni Maura, Born, Unió, Rambla, calle Jesús y el polideportivo, transcurrió sin ningún percance. Una vez en el recinto de llegada se entregaron los premios. Las escuelas Sagrado Corazón, con 185 participantes; la de Arcángel San Rafael, con 130 personas, y la de San Agustín, con 110, fueron los premiados en la categoría de grupo numeroso. También recibió su galardón Nuestra Señora de la Esperanza.

No perdió detalle Joan Ferrer, el concejal de Movilidad, que destacó que "la Diada no es solo una jornada deportiva sino que también es una oportunidad para concienciar de que Palma es una ciudad idónea para utilizar la bicicleta; algo que además aliviaría los niveles de contaminación".

Sin edad

"La bicicleta se debería usar más porque es un ejercicio cardiovascular muy bueno y además controla el nivel de contaminación", dijo la dominicana Juli Sierra, de 35 años, que sí se desplaza por palma en bicicleta, y eso que trabaja en Son Rapinya. A su lado, estaba su hijo Gabriel Martínez, de 9 años, con un monopatín.

No había edad. Desde Anselmo García, que concluyó los seis kilómetros a sus 97 años, a niños pequeños como María López, de dieciocho meses, que iba detrás en el sillín sin decir ni mú y que miraba a su padre Toni, con los ojos como platos. "He participado siete u ocho veces. Se trata de pasar un día agradable en familia", comentó.

Este año hubo unos participantes de excepción, los de perdonas con distintas incapacidades que sin embargo no quisieron perderse la posibilidad de darle a los pedales con vehículos especiales para ellos. El nadador Xavi Torres se sumó a esta iniciativa que contó con la colaboración de ña Federación de Ciclismo de Balears.

El nuevo equipo de gobierno en Cort es firme en su política de fomentar el uso del transporte público y el de la bicicleta. De ahí que ayer, y aprovechando la Diada, se incentivó la participación regalando cuatro horas para los usuarios del servicio Bicipalma.

Carlos Pancorbo, un ciclista de descenso, se estrenó en la Diada. Le parece bien la idea aunque aprovechó para pedir que "se hagan circuitos legales por la montaña". El alcalde fue el encargado de dar la salida a un río de ciclistas, en una jornada redonda.