Tras cuatro años de impagos por parte del anterior equipo de gobierno, la policía de gala ha decidido protestar a los nuevos responsables del tripartito de Cort. Los agentes de la Policía Local que participan en las fiestas solemnes del municipio han optado por no participar en más actos oficiales hasta cobrar las horas extra que les adeudan.
Según los datos del Ayuntamiento de Palma, la cifra que se les debe asciende a unos 7.000 euros, sobre todo por la asistencia a las fiestas durante el mandato de Mateo Isern (PP), como el Estendard o la Diada de Mallorca. Desde 2012 no cobraban las horas extra, aunque ya les han abonado los dos primeros años de atrasos. Les faltan por cobrar los suplementos de 2014 y 2015. Aunque son pocas las celebraciones afectadas, los agentes de la unidad de gala reciben un plus elevado por su presencia.
Para solucionar el caos de las horas extra durante la pasada legislatura, el equipo de gobierno del PP cerró un acuerdo informal con los miembros de la policía de gala para normalizar su situación. Fuentes de Cort explican que el pacto implicaba la creación de un nuevo plus: la retribución de gala. Según la información facilitada por el Ayuntamiento, la gratificación asciende a 1.876 euros anuales, repartidos en 14 pagas a razón de 134 euros en cada nómina.
El oficial de la unidad de gala, Biel Torres, fue el encargado de negociarlo personalmente con el entonces regidor de Seguridad Ciudadana, Guillermo Navarro (PP). Torres, quien también era el responsable de la Patrulla Verde, actualmente se encuentra encarcelado por el caso de presunta corrupción en el seno de la Policía Local de Palma.
Tenían derecho a cobrar esa prima el oficial Torres y los otros agentes que forman parte de la unidad (ocho funcionarios más). El problema surge cuando, al entrar el nuevo gobierno municipal, no reconocen la validez del acuerdo con la unidad de gala. El equipo de la actual concejala de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor (PSOE), lo considera ilegal y asegura que la creación de la retribución de gala no ha seguido los pasos reglamentarios. La versión de Cort es que el pacto se debía haber negociado en la mesa general de policía, un órgano que reúne a los sindicatos policiales y a los responsables políticos y de recursos humanos.
La mayoría de los agentes se ha negado a participar en actos oficiales hasta que se resuelva el cobro de los atrasos. La negativa se planteó antes de la Festa de l'Estendard celebrada el pasado 31 de diciembre.
Los policías de gala aseguraron que tomarían parte en la celebración si cobraban lo que les faltaba de 2014 y 2015. Sin embargo, la respuesta que obtuvieron por parte de la regiduría de Seguridad es que no era posible pagar de golpe los atrasos, aunque estaban dispuestos a negociar en qué plazos se iba a abonar la cantidad.
Los agentes aceptaron negociar, pero mantuvieron su postura de no participar en el Estendard si no habían cobrado, a diferencia de los agentes de la policía montada, que sí formaron parte del desfile de Cort a la Seu.
