"Revivir la voz de un personaje de más de 800 años" es el trasunto del último montaje de Carlos Garrido, La gran aventura de Jaume I, en el que la figura del Conquistador es revisitada a partir de sus propias palabras, las que el rey dejó en El llibre dels fets.

Con el salón de plenos atestado de 'súbditos', dispuestos a "tomarse un gin tonic" con el monarca que conquistó Mallorca, quedó inaugurada la iniciativa del equipo de gobierno de abrir "a todos" el Ayuntamiento los domingos. El alcalde José Hila no quiso perderse la actividad y fue uno más entre el público.

Se trataba de acercar al lector la vis humana de un rey discutido por quienes le ven solo en sus facetas más negras frente a otras que le hacen "más cercano a nosotros".

Sería Mariona Forteza la que puso la nota musical acompañando al principio y al final algunos de los "hechos" que el propio Jaume I escribió o hizo escribir como cuando narró el porqué de la conquista de Mallorca o cómo describe su dolor al perder a su amigo Ramon Alemany, o la batalla de Portopí y cómo él mismo escribió su dolor y su llanto en la batalla en la que murió su amigo Ramón de Moncada.

A media luz, casi a oscuras, surge la figura del rey, interpretado por el actor Rodo Gener, que a juicio de Garrido, "hoy iría al psicólogo y después se haría una constelación familiar" porque la figura de su padre, Pedro el católico, le marcó. Tuvo grabado a cincel el ser "religioso, leal y fiel" tal como el padre la indicó desde el principio.

El espectáculo, que volvería a repetirse por la tarde, es el anticipo de la celebración de la fiesta del Estandarte del próximo 31 de diciembre, que conmemora la llegada del Rey a Mallorca. "Hacía frío, Jaume I llevaba cinco días sin dormir, y llega a la isla subido en su caballo blanco con las armas enfundadas", se le rememora.

En cuanto a su crueldad en la conquista frente a los sarracenos que vivían en Mallorca, se rescató el enojo del rey que dejó constancia de su oposición a ciertos desmanes. "No serán tolerados el saqueo a las casas y si lo hacéis, yo me ocuparé de que se tomen medidas. Ninguno ha de tomar por sí mismo la justicia", escribió.

Al concluir este montaje de acercamiento, Carlos Garrido invitó a la reflexión: "Es curioso que sea en los territorios conquistados donde se tiene mejor opinión de él, Mallorca y Valencia". Su respuesta es que "les dio privilegios muy avanzados a quienes estuvieron a su lado, siguiendo los principios de los templarios.

Antes de presentar a los que le han hecho posible esta nueva propuesta del escritor y colaborador de este diario, incidió en que "Jaume I era sentimental". Dominic Hull fue el encargado de la parte técnica de este montaje de sesenta minutos.

"La fe sin actos está muerta", escribió Jaume I. Pues los ciudadanos se tomaron un gin tonic para resucitarle, y resucitarse.