El Ayuntamiento de Palma se ha comprometido a preservar las 44 hectáreas de suelo rústico situadas entre el casco urbano de la barriada de es Molinar y la autopista de Llevant.
Se trata de una zona que, si bien está clasificada en el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad como zona de repoblación forestal y, en consecuencia, quedan excluidos los usos residenciales, turísticos e industriales, tiene un alto riesgo de ser urbanizada en un futuro.
Esta situación ha sido puesta de manifiesto reiteradamente tanto por los ecologistas del GOB, como por entidades vecinales de la barriada que temen que, en un futuro, esta zona situada entre el actual casco urbano de la barriada y la autopista de Llevant se pueda colmatar.
Las alarmas surgieron ya en 2010 a raíz de la aprobación de la denominada reserva estratégica de suelo de Son Bordoy, una zona urbanizable situada en la parte más occidental de este sector y detrás de es Portitxol.
El peligro de urbanización se acentúa con la ejecución de los nuevos viales previstos por el Plan General en esta zona. Uno de ellos, que discurre paralelo al cauce del torrente, que va desde la nueva rotonda de la autopista del aeropuerto hasta la calle Llucmajor, ya se ha ejecutado por parte del Consell de Mallorca.
También se prevé un nuevo vial logitudinal, que arrancará en Son Bordoy y acabará en el nuevo acceso atravesando longitudinalmente la zona rústica dividiéndola en dos.
Por si lo anterior no fuera suficiente motivo de alarma para las entidades que quieren preservar este espacio, cuando se adaptó el planeamiento urbanístico palmesano a las Directrices de Ordenación Territorial, se suprimió la anterior clasificación como área de repoblación forestal por la de Área Rural, menos restrictiva.
Además, el Plan Territorial Insular, califica esta zona como de Armonización de Crecimiento, lo que significa que podría desarrollarse urbanísticamente una vez agotadas las denominadas Áreas de Transición. Ante la anterior situación, el actual equipo de Modelo de Ciudad se ha comprometido a rescatar el acuerdo plenario adoptado en 2010 bajo el mandato de la socialista Aina Calvo, por el que Cort se comprometió a incrementar la protección de esta zona rústica. Si bien se desconoce cuál será la figura de protección que se plantee para esta zona rústica, se considera que, como mínimo, debería recuperar la que tenía cuando se aprobó el Plan General de 20018.
