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Corrupción en la Policía Local

Los policías que destaparon la trama piden que sus compañeros se movilicen

Mantienen que los agentes corruptos se han aprovechado durante años del silencio de los funcionarios

Los policías que destaparon la trama piden que sus compañeros se movilicen

Los cuatro policías locales de Palma que destaparon la trama corrupta instalada en el cuartel de San Fernando han decidido defenderse frente a las críticas que, a través de internet, se han vertido contra su decisión de colaborar con los investigadores y que ha supuesto que varios de sus compañeros estén ahora mismo en prisión. En un nuevo escrito que han entregado al juez Manuel Penalva quieren poner en evidencia el "abandono institucional y sindical del que son víctimas las mayorías silenciosas". Los denunciantes reconocen que durante muchos años ellos mismo han formado parte de esta mayoría que ha preferido mantenerse en silencio y mirar hacia otro lado. Una mayoría que está formada por policías "honestos y honrados, que se levantan cada día para desempeñar su función con total voluntariedad, implicación e imparcialidad". Pero que se ven "abocados al sufrimiento que implica el silencio y el miedo ante situaciones injustas, de las que todos han sido víctimas".

Cambio de dinámica

También señalan al juez que la inmensa mayoría de policías locales de Palma es "consciente del bien que se hace al proclamar las injusticias" y que se "entra en una dinámica de no retorno, en la que el silencio de la mayoría solo ayuda a los corruptos y dejan a merced de éstos a los policías honrados". Los policías que colaboran con los investigadores señalan que los compañeros que callan ante las irregularidades que se cometen no son conscientes del poder que realmente tienen. "No se dan cuenta de que los policías corruptos tienen miedo a la reacción de la mayoría honrada. Han abusado del silencio durante demasiados años".

Es por este motivo por el que consideran que es el momento de que estos funcionarios que han preferido mirar hacia otro lado, pese a que conocían las corruptelas de algunos compañeros, cambien de actitud y denuncien los hechos. "Construyamos un cuartel y no el cortijo a su medida en el que lo convirtieron cuatro señoritos". Creen que los policías locales corruptos se han servido de la estructura actual para "medrar, imponiendo su conveniente código de oír, ver y callar, y al que todos los demás rendimos pleitesía".

Estos cuatro funcionarios que firman la carta enviada al juez coinciden en que los agentes honrados "pasan a acatar el código que les imponen y prefieren convertirse en mayoría silenciosa", por cuanto les permite trabajar sin problemas y desarrollar su profesión para "poder sobrevivir viendo, oyendo y callar". Pero aunque no hayan denunciado las corruptelas, ello no supone que no les ocasione indignación cuando observan que en el cuartel de San Fernando se han cometido injusticias, se han repartido cargos de forma arbitraria y se han producido casos de enchufismo y favoritismo, en definitiva, actos corruptos. Por este motivo, los cuatro agentes que en su día decidieron colaborar con la fiscalía Anticorrupción invitan a sus compañeros a que se impliquen en una nueva política interna, que se traduzca en un trato igual para todos, como por ejemplo cuando se decide una promoción interna.

Los denunciantes concluyen que lo que denominan mayoría silenciosa lo que pretende es servir a la ciudadanía y "no servir, obedecer y callar a los señoritos (los policías corruptos), que precisamente no eran tales por su valía, sino por su pertenencia a un determinado linaje, a un partido político o a un sindicato".

"No hay sitio para quienes se sirven del uniforme para intereses distintos de los que vienen establecidos por ley", señalan los denunciantes. Y recuerdan que los policías locales que visten el uniforme "deben adecuar su actuación con absoluta neutralidad política e imparcialidad y, en consecuencia, sin discriminación alguna por razón de raza, religión u opinión".

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