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Los mejores Dry Martini se sirvieron en 'sa placeta'

Los Gomila, unos indianos, dieron nombre a la plaza donde un barman, don Pep, le daría fama internacional

Don Pep, del Joe´s.

Fueron unos indianos, los Gomila, que hicieron fortuna en las Antillas, los que darían nombre a una de las plazas más sonadas en la historia del turismo de ciudad. A finales del XIX se construyeron una casa de verano en El Terreno. Cedieron al ayuntamiento un solar para que jugaran sus hijos y los niños del barrio. Se le llamó sa placeta. Aquel embrión creció y dio paso a la plaza Gomila, el punto de encuentro de turistas con ganas de ligar, de picadores que chapurreaban lo que hiciera falta, de clientes locales, familias con sus hijos que iban a tomar un helado en la cafetería Bellver y entre ese magma, personajes como la actriz Ava Gardner, el escritor Robert Graves y el actor Errol Flynn, éste más habitual en el vecino El Patio.

Fue un americano, Joe, el que apostó por esa placita para abrir su negocio al que lógicamente bautizó a la americana, con el genitivo sajón, el Joe's. En su casa se sirvieron algunos de los mejores cócteles de Palma. Movía y batía las varillas como nadie un rubiales, José de los Ríos Izquierdo, don Pep o mestre Pep, el rey de los Dry Martini. ¿Qué hace esa oliva en mi copa? se preguntaba más de uno. Los mallorquines eran poco viajados en los años 50. Más allá del palo con sifón no sabían, pero sí aquel joven barman vestido con su americana blanca y corbatín negro. ¡Como los de Mónaco o Saint Tropez!

En esa misma plaza vivió el pintor Santiago Rusiñol, en una casa que hacía esquina con el callejón llamado Nube, y que en Palma se le conoce como el callejón de El Chotis, otro local de copas que está en la memoria sentimental de muchos.

Si el actual propietario del edificio que albergó el Joe's, el promotor Gabriel Alzina, le llama la atención que El Terreno sea "la zona de Palma con más cultura", qué diría si la hubiera conocido en su esplendor, cuando el barrio era de casas blancas, de una sola planta, o donde la plaza Gomila, ya setentera, se ponía pantalón acampanado y minifalda para dar paso al sonido eléctrico de Jimi Hendrix en la desaparecida Sargent Peppers.

El barrio cambió "con el cuento del progreso. Este magnífico legado de nuestros bisabuelos, que sus tataranietos en su codicia han malbaratado para siempre", escribió Lluís Fàbregas. Ahora don Pep del Joe's volverá a servir Dry Martini quizá en una tablet.

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