El monumento de sa Feixina será historia en primavera. Esa es la intención del Ayuntamiento después de que el Consell diese ayer vía libre para su derribo, ya que la ponencia de Patrimonio rechazó su protección como Bien de Interés Cultural (BIC) o Bien Catalogado. Los técnicos de la institución insular emitieron previamente un informe en el que proponían no preservar el símbolo franquista por carecer de valor y la ponencia de ayer aprobó el dictamen técnico con 12 votos en contra de proteger el monumento, dos a favor y dos abstenciones.

Quienes defendieron que se declare BIC fueron la asociación proteccionista ARCA y uno de los técnicos del Consell, mientras que se abstuvieron el Obispado y el Colegio de Aparejadores. Los votos en contra de catalogarlo provinieron del resto de técnicos de Patrimonio, la Universitat, el Colegio Oficial de Arquitectos, el de Arqueólogos, Cort, la Societat Arqueològica Lul·liana y la Felib (Federació d'Entitats Locals de Balears), entre otros.

A partir de ahora, con dicho respaldo, el Ayuntamiento se ha marcado un plazo máximo de cuatro meses para comenzar a derribar el monumento situado en el parque de sa Feixina. Tal como detallaron ayer desde el área de Infraestructuras, "se está ultimando el proyecto, que luego será aprobado por la junta de gobierno y se sacará a concurso" para ejecutar las obras.

El conseller insular de Cultura, Francesc Miralles, dio a conocer el resultado de la Ponencia, que será ratificado el próximo martes en la Comisión política, debido a que "es un monumento que se levantó con la clara voluntad de enaltecer un bando de la guerra", "con un interés funcional, pero no artístico", argumentó.

El responsable de Cultura del Consell criticó "que el patrimonio y, en consecuencia, la ponencia técnica se utilice políticamente, con intereses partidistas", afirmó haciendo referencia al Partido Popular porque, "de repente, a raíz de la propuesta de derribo, algunos han visto un interés en torno a este monumento".

Miralles denunció la presión que han sentido los técnicos "por tener que decidir algo más que el valor artístico de un bien y les ha recaído una responsabilidad que no les pertoca". Por ello agradeció que "han actuado de forma libre, independiente y atendiendo a su conciencia y conocimientos", tal como enumeró.

La solicitud de protección del grupo del PP en Cort y el Consell -que no ha sido aceptada por no tener valor "artístico, histórico, patrimonial, urbanístico o de la calidad del proyecto"- se efectuó el 22 de octubre y el expediente concluirá la próxima semana. A partir de ahí, "Cort es soberano para decidir la configuración de sus espacios públicos", por lo que el conseller ve lógico que quiera reordenar una zona "que nació con la vocación de ser un espacio abierto hacia el mar y que luego se le dio un uso incorporando un monumento de homenaje a un bando del conflicto".

"No nos merecemos tenerlo [...]. Se pone como ejemplo que en Alemania se mantienen los campos de concentración. Sin embargo, no son monumentos de homenaje a quienes levantaron los campos. Hay muchas formas de recordar una guerra", como concluyó el conseller.