Cuando preguntas a un sueco por qué eligió la isla para vivir, la mayoría responde que por su luz. La comunidad escandinava, que se ha multiplicado en Palma en los últimos años, celebró ayer con los residentes locales una de las festividades más importantes de su país: Santa Lucía, que trae la luz para alejar las largas noches del invierno. Y como diciembre en Ciutat está siendo más luminoso y cálido que nunca, el concierto del colegio sueco en la plaza de Cort fue todo un homenaje a la tierra de acogida. Los estudiantes reflejaron su agradecimiento con el Hallejujah de Leonard Cohen, cuya emotiva interpretación puso los pelos de punta a más de uno. Los asistentes conmemoraron además el 30 aniversario del evento, que se inició en 1985 con 15 alumnos y ayer contó con 140 intérpretes.

Los protagonistas llegaron a Cort desfilando desde la plaza Major, todos con túnicas blancas, las chicas coronadas con cintas plateadas y velas en la mano, y los chicos con capirotes con estrellas. Este año encabezaba la comitiva e interpretaba a Santa Lucía la estudiante Jade Cerchiari, de 14 años, quien fue abriendo paso entre la multitud ataviada con la tradicional túnica y una corona de cirios que representaba la luz que empieza a llegar con el solsticio de invierno, el 13 de diciembre, según el calendario juliano. Al principio, apenas se oían sus voces, pero a medida que iban llegando a la plaza se podía escuchar en sueco la canción de Santa Lucía: "La noche avanza con pasos pesados / alrededor de granjas y huertos. / Alrededor de tierras que el sol dejó, / las sombras traman. / Entonces en nuestra casa oscura / sube con velas encendidas / Santa Lucía, Santa Lucía".

15 canciones

Subieron al escenario escalonado junto a la fachada de Cort y desde allí llenaron la plaza de villancicos con un repertorio de 15 temas que interpretaron en cuatro idiomas (español, catalán, sueco e inglés). A los habituales Campana sobre campana, Silent night, Fum, fum, fum, Adeste Fideles, We wish you a Merry Christmas y villancicos escandinavos, ayer se sumaron Los peces en el río, Let it snow y Stjärngossarnas. Además, cuatro estudiantes de canto procedentes de Suecia pusieron el broche de oro a una noche estrellada con la esperada Hallejujah, que cada año hace las delicias del público, y una novedad este 30 aniversario fue el Happy Christmas de John Lennon, que cantaron con los alumnos del colegio.

Acompañados por la pianista de la iglesia sueca en la isla, Yvonne Andersson, la coral comenzó con tres villancicos típicos de su país e hizo un alto en su actuación para que Jade -la Santa Lucía de este año- se dirigiese en catalán a la abarrotada plaza: "Esperamos que os guste y que podáis disfrutar tanto como nosotros de nuestra tradición" fueron algunas de sus palabras de bienvenida. Tras los aplausos, el alcalde de Palma, José Hila, le entregó un obsequio en nombre del Ayuntamiento.

Con motivo de los 30 años del concierto de Navidad, el colegio sueco quiso homenajear a dos mujeres que durante este tiempo han promocionado las tradiciones nórdicas en Mallorca: la princesa Brigitta, hermana del rey del país escandinavo, y la también sueca Olga Bestard, quienes recibieron sendos ramos de flores. El coro cantó de nuevo Santa Lucía para finalizar y salió en fila de la plaza tal como había llegado.

Los que antes del concierto no disfrutaron de los dulces típicos y el vino caliente (glögg) que se vendía en el mercadillo instalado junto al olivo de Cort pudieron acercarse tras la actuación para degustar los bollos de azafrán con uvas pasas -tradicionales de la Navidad sueca-, los de canela o las galletas de jengibre. También había bombones de chocolate, perritos calientes y mermelada de higos hecha en Sóller, ya que no todo era del norte de Europa. Tampoco lo es la cálida noche de ayer en Ciutat, donde Santa Lucía celebró que la luz mediterránea también la ilumina.