La piscina exterior de Son Hugopiscina exterior de Son Hugo no tendrá agua caliente hasta finales de 2016. La caldera actual funciona con gasoil y, según la normativa estatal, no se puede utilizar. El Institut Municipal de l'Esport (IME) estudia cuatro posibilidades para cambiar la instalación. Son alternativas menos contaminantes y más baratas respecto al sistema de gasoil. Según los primeros cálculos, la inversión rondará el millón de euros. El dinero ya figura en los presupuestos del año que viene.
La caldera actual se instaló al construir el polideportivo para la Universiada de 1999. Pese a que a principios de este año se usaba, el equipo de gobierno tripartito solicitó un informe jurídico sobre el uso de calderas de gasoil. Los técnicos de Cort certificaron la prohibición de usar estos aparatos para calentar piscinas exteriores, por lo que la regidora de Deportes, Susanna Moll, tomó la decisión de cerrar la piscina exterior en otoño. Desde el pasado 3 de noviembre solo se nada en la piscina interior y la situación se prolongará hasta finales de mayo.
La normativa vigente dice que todas las piscinas descubiertas deben calentarse con energías renovables. El IME tiene tres planes sobre la mesa para que Son Hugo se adapte a la ley. La geotermia, la termodinámica y la biomasa son las opciones que se barajan. Todas ellas serían más sostenibles y baratas que la caldera de gasoil, que expulsa 950 toneladas de CO2 al año y gasta 45.000 euros mensuales de combustible y mantenimiento. El Ayuntamiento calcula que el nuevo sistema de calefacción del agua de Son Hugo ahorraría unos 200.000 euros al año. Los sistemas se complementarían con placas solares para climatizar el aire de la piscina interior, así como alimentar los termos de las duchas.
Las obras saldrán a concurso durante el primer trimestre de 2016 y tendrán un plazo de ejecución de entre dos y tres meses. La concejala Moll calcula que entre octubre y noviembre la piscina exterior podrá reabrir. Mientras tanto, deberá mantenerse cerrada en otoño y primavera (antes solo dejaba de funcionar en invierno). Si durante los años anteriores la pileta se quedaba vacía de diciembre a febrero, en esta ocasión permanecerá clausurada de noviembre a mayo.
Averías
El cierre de las calderas de la piscina exterior no es el único problema que afecta a Son Hugo. La falta de espacio para nadar es otra de las quejas repetidas. Cuatro clubes deportivos -el CN Palma, La Salle, Mastbal y Voltors- se reparten la piscina interior por las tardes, por lo que los abonados no pueden nadar. El espacio tampoco es suficiente para los deportistas federados para entrenar bien. Los usuarios también han planteado quejas por un exceso de cloro en el agua, aunque las analíticas de Cort aseguran que están en los niveles adecuados.
El fondo móvil de la piscina interior -que permite realizar las clases de gimnasia acuática- está roto y no se puede subir o bajar. El Ayuntamiento de momento no tiene dinero presupuestado para arreglarlo. Y la avería más preocupante es la del revestimiento de la piscina interior. El forro impermeable que cubre la pileta tiene pérdidas de agua, aunque todavía no son tan significativas como para cerrar la instalación. La regidora Moll explicó que el IME deberá afrontar su reparación en los próximos años.
Las cuatro opciones para renovar las calderas de Son Hugo
Termodinámica: un gas refrigerante genera energía para calentar el agua
Este sistema se emplea en otras piscinas de Mallorca, como la municipal de Sóller, con buenos resultados. Un gas refrigerante -ecológico, inocuo, no inflamable y no corrosivo- circula por un circuito, que lo convierte en líquido. Al cambiar de estado, libera una gran cantidad de energía que permite calentar el agua que luego se enviará a la piscina. El gas luego recupera su estado gaseoso para volver a reiniciar el proceso de calentamiento del agua.
Geotermia tradicional: utiliza el agua del subsuelo y una bomba de calor para atemperar la piscina
Esta fórmula emplea agua de un acuífero o de corrientes subterráneas próximas para aprovechar su energía. Se toma el agua a través de un pozo mediante colectores y luego se devuelve al subsuelo a través de otro pozo, una vez se ha realizado el intercambio en una bomba de calor. Es un sistema económico, pero tiene el inconveniente de que necesita un caudal constante de agua y permisos de extracción y vertido. Por ello, el IME opina que su implantación es casi inviable.
Geotermia de anillo cerrado: un sistema de tuberías aprovecha la energía del agua del subsuelo
La circulación de agua mediante pozos se sustituye por un circuito artificial de tuberías enterradas en el subsuelo de la piscina. El agua del interior es impulsada por la bomba de calor a la piscina. El equipo tiene una mayor vida útil. La principal desventaja es que se necesitan más perforaciones, lo que eleva el coste de la inversión inicial. También se valora la reducción en el consumo de electricidad para mantener el sistema, que se puede complementar con placas solares.
Biomasa: un sistema complementario que se podría alimentar con la poda de los árboles
Las calderas de biomasa sirven para complementar el trabajo de la geotermia. El IME estudia la posibilidad de instalar unas calderas mixtas que puedan utilizar los restos de poda (césped, malas hierbas, ramas de árboles) y otros materiales de biomasa. La ventaja del sistema es que da salida a un elemento residual. La parte negativa es que se necesita un gran espacio para almacenar los restos de poda y la alimentación de las calderas de agua caliente.
