Quienes conocen el funciona miento interno de la hasta ahora área de Medio Ambiente de Emaya no les extraña que se quiera poner "orden" en los talleres de la empresa, tradicionalmente en el punto de mira de la práctica totalidad de las direcciones de la empresa por su polémico funcionamiento. De hecho, en el pasado mandato, y con el fin de poner orden, el anterior presidente, Andreu Garau, contrató a dos técnicos de fuera. Al año, no obstante, y después de que según uno de ellos hubieran conseguido un ahorro de 700.000 euros, fueron despedidos por la dirección alegando "pérdida de confianza".
Ambos relataron a este periódico una serie de presuntas irregularidades que se cometían en el funcionamiento de los talleres que, según ellos, fue la verdadera causa por la que la dirección decidió despedirlos.
Pese a los requerimientos de los grupos municipales del PSOE y de Més, en aquel momento en la oposición, en el sentido de que se constituyera una comisión de investigación, el equipo de gobierno de aquel entonces, íntegramente formado por concejales del PP, la rechazó, alegando la inexistencia de las presuntas irregularidades en el funcionamiento del taller denunciadas por los ya extécnicos.
En el nuevo organigrama previsto por la actual dirección llama la atención la creación del nuevo departamento de Planificación y Estudios, al que se adscribirán los hasta ahora jefes de servicio de limpieza viario y recogida.
En el escrito del jefe de Recursos Humanos de la empresa se especifica que sus principales responsabilidades serán, entre otras, las de "la realización de estudios para la optimización de los recursos existentes y/o futuros y demás trabajos que sirvan de base para la proposición de acciones de mejora y reestructuraciones de los recursos con el objetivo de presentar el mejor servicio posible a la ciudadanía".
