El nuevo punto verde de la zona de Sant Jordi, en Palma, tiene una superficie de 1.500 metros cuadrados y abrirá a la ciudadanía a principios de diciembre, una vez que se hayan terminado los trabajos para la instalación de la infraestructura de recogida selectiva de residuos.

El alcalde, José Hila y la teniente de alcalde de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal, Neus Truyol, visitaron ayer el punto verde, situado entre Sant Jordi y s'Aranjassa, junto a la depuradora de Emaya.

Esta semana han finalizado los trabajos de construcción y habilitación de la instalación que ha sido diseñada para que los usuarios puedan depositar con facilidad y comodidad todo tipo de residuos, con dos zonas diferenciadas.

En concreto, una inferior, que permitirá mover y transportar las cajas sin afectar a los usuarios, y otra superior, pública, por donde el usuario accederá y podrá depositar los residuos en los contenedores correspondientes.

A partir de diciembre, el punto verde estará abierto todos los días, de 8.00 a 20.00 h, festivos incluidos, excepto 25 de diciembre y 1 de enero.

Según explica el consistorio, el punto verde cerró sus puertas porque no cumplía los requisitos necesarios y en 2014 se elaboró un proyecto de construcción de uno nuevo, cuyo trámite comenzó a inicios de este año, y ha supuesto un coste total de inversión, en construcción y dotación, de 295.980 euros. El 80 % ha sido financiado con los fondos europeos del Programa Operativo FC-FEDER, y el resto lo ha asumido la empresa municipal.

La instalación es uso exclusivo para residentes en Palma, en el que se aceptan solo residuos domésticos, y no los de origen industrial ni comercial y, por tanto, de acceso restringido a vehículos particulares de carga máxima autorizada inferior a 3.500 kilos.

Entre las novedades de la instalación, además del diseño más cómodo para la ciudadanía, es el incremento de las fracciones de residuos que se podrán recoger.

De esta manera, se podrán entregar de forma correcta muchos residuos que no se recogen en los contenedores de la calle y que tampoco se lleva el servicio de trastos, como residuos de obra, porcelánicos y electrodomésticos.