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Pionero

José M. Busquets, el creador del revelado 24 horas

El propietario de las tiendas de fotografía Ikaria, ya jubilado, recuerda la difusión de Mallorca gracias al sistema de tiraje rápido que después adoptaron otros

José María Busquets creó también el logo del revelado en 24 horas.

­José María Busquets Reus está preparando una serie de vídeos para sus nietos bajo el significativo título No olvidéis a los abuelos. En ellos quiere contarles una historia, la suya, que es, en gran medida, la de un pionero que cambió el sistema del revelado fotográfico al restarle tiempo y entregar al cliente sus fotografías en 24 horas. Lo hizo a través de la tienda Ikaria que él abrió en las avenidas.

“Creo que fue importante para la promoción de las Balears esas millones de fotografías hechas por los turistas que llegaban a las islas, tomaban sus fotos y después las enseñaban en sus lugares de origen. “Cada foto ha sido un elemento de propaganda”, subraya. Él fue clave también para que ese proceso tecnológico redujera el tiempo de espera.

Busquets Reus nació en Palma en 1932. Iba para farmacéutico, y de hecho cursó varios años en Barcelona una carrera que no llegó a concluir puesto que acabó dedicándose a los negocios fotográficos. En puridad, su atracción inicial era el mundo del cine, incluso participó en el agún rodaje del director, guionista y productor Isasi Isasmendi. Pero el cine era una profesión de vértigo. “Mi mujer prefirió que dejase esta inclinación”, cuenta ahora, con una amplia sonrisa.

Entró en contacto con el mundo fotográfico a través de un contrato para estudiantes de la casa Agfa-Gevaert. Con el tiempo, la empresa alemana le propuso montar un laboratorio fotográfico en Barcelona. La propuesta era que automatizara el laboratorio tal como ya se hacía en Europa. Nació Ipaco, que fue el primer laboratorio de fotografía en color en España.

Mientras en su ciudad natal, en los bajos del edificio familiar, en las avenidas se había abierto una tienda de souvenirs, Icaria, que amplió su oferta al introducir el revelado de fotografías. Durante un tiempo, el ir y venir entre Palma y Barcelona fue constante, pero el matrimonio decidió vender el negocio de la ciudad condal y trasladarse a Palma.

Busquets tenía las máquinas necesarias para hacer los revelados rápidos, de ahí que se le ocurriese ofrecer sus servicios a los fotógrafos de los pueblos de Mallorca, pero no tuvo respuesta. “Tuve que ingeniármelas, hizo los letreros para zonas turísticas y para Palma. El gremio se enfadó pero yo tenía las máquinas y tenía que rentabilizarlo, pero lo más importante fue la publicidad que se hacía de Balears a través de esas millones de fotografías. Eran auténticos anuncios de las islas, y en mi opinión, creo que no se le ha dado suficiente importancia a este tema”, opina.

Él diseñó todo, desde la organización del trabajo hasta el tipo de sobres de entrega y facturación así como el papel informático continuo. “Hubo una explosión de laboratorios en España, incluso el de Kodak en Madrid, que utilizaron mis sistemas”, cuenta.

Ikaria llegó a tienen servicio de recogida con avión a Eivissa todos los días, y tuvo más de cuarenta empleados. “El boom de la fotografía química duró 30 años; luego llegarían las máquinas minilab, que suplían el trabajo de laboratorios de 300 metros cuadrados a uno de dos metros”, cuenta.

Las tiendas de fotografía Ikaria tuvo distintos emplazamientos; el último en 31 de Desembre. Ahora un hijo suyo es el que mantiene la llama encendida, solo que en pequeñas dimensiones.

Cierra el círculo

Ya retirado, a José María Busquets le preocupa que se pierda historia, que la ignorancia se alíe a la desmemoria. De ahí que esté volcado en los videos “amateurs” para sus nietos. Curiosamente, el círculo se cierra puesto que uno de ellos, Johan Erik Lallerstedt Busquets ganó el primer premio en el certamen de Cinematográfica, promovido por la Hotchkiss School, en Estados Unidos.

Él, que viene del mundo de la ciencia, se siente muy orgulloso de un hijo suyo, Xavier, que es catedrático en Bilogía molecualr en la UIB; y su otro hijo, Josep Maria ha heredado la pasión por la fotografía, de hecho continua el negocio fotográfico.

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