El nuevo sistema de recogida de trastos y muebles se ha diseñado para que no haya cachivaches en la calle durante todo el día. Emaya quiere evitar la imagen de contenedores rodeados de residuos voluminosos que se convierten en "pequeños vertederos", según lo definió la concejala de Ecología, Neus Truyol. Por ello, la empresa municipal de limpieza ha previsto dedicar más recursos para que la ciudadanía se involucre y colabore con el nuevo sistema de recogida de trastos. En caso contrario, los vecinos podrán ser sancionados con multas de entre 300 y 900 euros para quien baje trastos y muebles a calle fuera del horario previsto para su barrio. En caso de reincidencia, las sanciones podrán alcanzar los 1.800 euros. Los policías locales y los controladores ambientales tendrán potestad para multar a los ciudadanos incumplidores.

El nuevo sistema de recogida de trastos comenzará a funcionar a partir del 1 de diciembre. Emaya dio a conocer ayer qué día pasará por cada barrio. Los vecinos tendrán dos horas para bajar los trastos a la calle, entre las 20 y las 22 horas. A partir de las 22.30 horas tres camiones y dieciocho trabajadores de Emaya comenzarán a dar vueltas por los barrios programados y se llevarán los objetos que estén en la calle, de forma que por la mañana las aceras vuelvan a estar limpias.

Emaya explicará todos estos cambios en cada barrio mediante una campaña informativa llamada "Tira'm els trastos". Se repartirán más de 20.000 carteles y 100.000 folletos en todos los barrios para recordar a los vecinos qué día les toca la recogida de enseres. Para quienes tengan dudas de a qué barrio pertenecen, en la web de Emaya podrán consultar la fecha solo con introducir su dirección.

La concejala Truyol recordó que no solo multarán a quien deje los muebles en la acera fuera del horario establecido, también a quien los abandone en la calzada u obstaculice a los peatones. Durante el primer mes los policías y controladores medioambientales se limitarán a informar a los vecinos del nuevo sistema de recogida de residuos voluminosos. La campaña de sanciones se iniciará a partir de 2016, un mes después de que entre en funcionamiento.

Asimismo, la regidora de Més per Palma solicitó que no se abandonen los muebles y trastos junto a los contenedores para no dificultar la recogida de basuras. "Haremos una campaña pedagógica, pero necesitamos la complicidad de los vecinos y vecinas", señaló Truyol, que también es presidenta de Emaya.

Otro de los cambios del nuevo sistema es que Emaya dejará de recoger electrodomésticos y aparatos eléctricos. La compañía municipal explicó que las tiendas tienen la obligación de llevarse los aparatos antiguos. También se podrán depositar en los puntos verdes de Son Castelló y Sant Jordi o llamar a ONG que se los llevan de manera gratuita, como Fundació Deixalles o Can Gazà.

Recogida a domicilio excepcional

La recogida de trastos a domicilio se mantendrá de forma extraordinaria en dos supuestos: para personas mayores de 65 años y ciudadanos con un grado de discapacidad acreditada que les impida bajar los muebles a la acera por sí mismos.

La otra excepción será la barriada de Son Banya, que no tiene un día asignado. Desde este verano dispone de un contenedor permanente para abandonar los trastos y evitar que se depositen en los solares cercanos.

La gerente de Emaya, Imma Mayol, explicó que el personal de la empresa pública recogerá estadísticas cada día para evaluar si el nuevo sistema de recogida de trastos funciona y en qué zonas hay problemas.