Los alcorques, esos espacios de tierra donde están plantados los árboles de la ciudad, tienen en Santa Pagesa menos colillas y excrementos caninos que en el resto de barrios. Al menos desde ayer, debido a que una docena de personas realizaron una siembra colectiva para crear pequeños jardines comunitarios con el fin de embellecer sus calles. Todo tipo de plantas y flores, entre las que destacaban las autóctonas y las tradicionales de los patios mallorquines, comenzaron a proliferar al mediodía en Ausias March, la peatonal Blanquerna y Pare Bartomeu Pou.

Esta iniciativa del colectivo Arquitectives, impulsada por la asociación de vecinos del barrio, se lleva a cabo en otras ciudades del mundo y uno de sus objetivos es "involucrar a los ciudadanos para que participen en el espacio urbano", como explica Cristina Llorente, de la entidad dedicada al medio ambiente construido. "Con estas pequeñas acciones, los participantes entienden que lo público es en parte suyo, por lo que se crea un sentimiento de identidad con el barrio", detalla. Esto significa que no se tienen que olvidar de lo que sembraron ayer, sino que "deben ocuparse del mantenimiento del alcorque que plantaron".

De este modo, "si poco a poco se logra que la gente participe en su entorno urbano, cada vez será más respetuosa con el espacio común. A veces parece que lo que es de todos no es de nadie y por eso no lo cuidamos", en palabras de la experta. Por este motivo, Llorente pide a quienes cogieron el pico, la pala y las macetas que sean constantes, y anima a otros particulares y comerciantes a embellecer sus barrios.

Piden más civismo

"Lo he hecho porque soy de la asociación y quiero que la calle esté alegre, ya que hay una gran diferencia entre encontrarte esto o el alcorque con cacas de perro", compara Prudencia Albertí. Esta vecina denuncia el incivismo de algunos propietarios de canes y Aina Cortés le da la razón: "Nos preocupa mucho el problema de los excrementos y, en general, la falta de civismo. Con esta idea, las calles serán más bonitas y todo el mundo disfrutará de ello, por lo que pedimos respeto a los ciudadanos", incide tras plantar una clivia en Ausias March.

En el alcorque frente a la casa de Carmen de Juan, un cartel dice: "Este es un pequeño jardín comunitario que forma parte de la campaña 'Sembra un escorcell'. Yo lo cuidaré y regaré, pero os pido que vosotros lo respetéis, no echéis basura ni permitáis que vuestro perro lo ensucie".

El presidente de la asociación vecinal, Miquel Àngel Barceló, que además es jardinero, cree que "esta iniciativa es un buen punto de partida para empezar a cambiar las conductas incívicas". Y como experto, recomienda a quienes quieran participar "que escojan un alcorque sin grandes raíces del árbol, ya que impiden sembrar; retiren las malas hierbas y la suciedad; caven la tierra para airearla y pongan otra nueva; y elijan vegetación autóctona y la típica de los patios de Ciutat.