Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Patrimonio

Piden proteger y reformar el antiguo Hostal Baleares tras la caída de parte de la fachada

La entidad proteccionista ARCA y la vecinal Garau-Columnas Temps d'Oci urgen a Cort a que catalogue el inmueble de la plaza Francesc Garcia i Orell

La manzana está acordonada por el riesgo de desprendimientos. g. bosch

El desprendimiento de varios cascotes de la fachada del Hostal Baleares ha puesto en alerta a la asociación proteccionista ARCA y a la vecinal Garau-Columnas Temps d'Oci. Para evitar males mayores, ambas entidades urgen al Ayuntamiento a catalogar la antigua pensión, que data de principios del siglo XX, y piden que emplace a los dueños a su rehabilitación o bien se destine a un uso público.

La caída de dichos elementos se produjo el miércoles y causó un gran revuelo en el vecindario, ya que la Policía Local desvió el tráfico de forma temporal y los Bomberos acordonaron la zona y quitaron los fragmentos de mayor tamaño. La manzana continúa delimitada a la espera de que los propietarios reparen todos estos desperfectos.

El singular inmueble es muy conocido en el barrio de Pere Garau, pero lleva abandonado desde que el negocio cerró sus puertas a mediados de los 90, tal como recuerda la presidenta de la asociación vecinal, Catalina Aguiló. El Hostal Baleares está en la plaza Francesc Garcia i Orell número 8 y es uno de los pocos edificios de Palma que ocupa toda una manzana, ya que linda con las calles Francesc Manuel de los Herreros, Joan Bauzà y Beatriu de Pinós.

En la fachada de la llamada plaza de las Columnas, todavía se puede leer el cartel del nombre y en el primer piso hay un típico balcón invernadero. La planta baja estaba ocupada por el bar de la pensión, frecuentado también por muchos residentes de Pere Garau, y había un patio de luces con una frondosa vegetación, tal como recuerda la presidenta de los vecinos. Detalla además que las habitaciones eran luminosas y espaciosas. El establecimiento, regentado por un matrimonio, fue languideciendo poco a poco debido a que los dueños fueron haciéndose mayores, hasta que finalmente cerraron porque no podían asumir el trabajo, según indica Aguiló.

La asociación de vecinos y los responsables políticos de aquella época visitaron el inmueble tras las gestiones de la entidad, que quería que el Govern adquiriese la antigua pensión y que abriese una residencia de la tercera edad para el barrio. "Lo solicitamos en varias ocasiones, aunque no nos hicieron caso", como lamenta la portavoz vecinal.

Preservar el entorno

La asociación que representa propone su uso público y apoya la petición de ARCA de catalogar el edificio. La vicepresidenta de esta entidad, Àngels Fermoselle, va más allá e insta a proteger todo el entorno de la plaza, ya que solo está la parte central, aunque hay varios inmuebles singulares -como otro antiguo hostal con la fachada con forma de proa de barco- que "también merecen ser preservados".

El libro Pere Garau, un barri amb història, cuyas autoras son Fermoselle y Concha Gallego, detalla que la plaza "forma un conjunto armónico de edificios con una estructura ornamental central" y la mayoría de ellos se levantaron entre los años 30 y 40. "Estamos a tiempo de salvar lo que queda, que es mucho", tal como animan en el texto sobre la plaza diseñada por el arquitecto Guillem Forteza.

Fachada lindante a la calle Francesc Manuel de los Herreros. G. BOSCH

En el caso concreto del Hostal Baleares, al menos desde 2007 se pide su catalogación, ya que un vecino alertó de que se estaba "instruyendo el procedimiento de derribo del edificio", tal como se recoge en una información del periódico publicada ese año. Por el momento, no se ha ejecutado, aunque el desprendimiento de parte de la fachada ha hecho que ARCA y la asociación vecinal adviertan de la importancia de su preservación. "Hay que poner en valor el patrimonio cercano a los ciudadanos, no solo el de los grandes monumentos", concluye Àngels Fermoselle.

Compartir el artículo

stats