La céntrica calle Velázquez será peatonal durante el horario comercial. Cort cerrará al tráfico esta vía antes de la campaña de Navidad y lo hará colocando un pilón que un operario bajará de forma manual cuando cierren los comercios, es decir, a las 20 horas, para que los residentes puedan circular y aparcar en la veintena de estacionamientos existente. Por la mañana, el pilón se subirá a las 10, aunque estará prohibido transitar por la calle desde una hora antes, excepto los vehículos que deban realizar operaciones de carga y descarga, con el fin de facilitar el trabajo de estos profesionales. Los sábados se abrirá Velázquez al tráfico a partir de las 14 horas.
A pesar de que está prohibido que las bicicletas circulen por las zonas peatonales, en este caso sí que podrán hacerlo, ya que se trata de una de las ciclocalles que el Ayuntamiento implantó durante la anterior legislatura como alternativa a la eliminación del carril bici de las Avenidas, tal como explicó ayer el concejal de Movilidad, Joan Ferrer.
El consistorio ha consensuado esta peatonalización parcial con las asociaciones de vecinos y de comerciantes. Los residentes eran reticentes a la limitación, porque temían que la calle se llenase de terrazas de bares y restaurantes. "Tuvimos un debate interno, ya que no queríamos que ocurriese lo de Fàbrica o las plazas de la Mercè y d'en Coll. La fórmula mixta que ha planteado Cort nos gusta, porque estamos a favor del comercio de proximidad y les beneficiará", en palabras de Joan Bover, de la asociación de vecinos de Banc de s'Oli.
La asociación de comerciantes fue quien solicitó al consistorio la peatonalización, por lo que, para lograr el consenso, la concejalía de Movilidad optó por la citada medida, debido a que "como los coches podrán circular a partir de las 20 horas, no habrá terrazas que molesten por la noche", según argumentó Ferrer. Además, con el objetivo de evitar una posible proliferación, ha acordado con la concejalía de Gobierno Interior elaborar un plan de usos especial para la calle Velázquez.
Un año de prueba
Estos cambios tendrán "un año de vigencia revisable", ya que las dos asociaciones implicadas y la concejalía volverán a reunirse "para analizar qué tal ha ido" y si la peatonalización se implanta de forma definitiva. Si es así, el Ayuntamiento pavimentará la vía para unificar la calzada con las aceras, detalló el responsable político durante el anuncio de la reordenación circulatoria.
Por último, informó de que las calles aledañas se convertirán en una Zona de Aparcamiento Restringido (ZAR), es decir, que allí solo podrán estacionar los residentes, pero podrá circular todo el mundo. Las vías ZAR son Josep Anselm Clavé, Bartomeu Ferrà y Llorenç Vicens, mientras que otro tramo de la calle Volta de la Mercè será Acire.
Los vecinos deberán identificar sus vehículos con la tarjeta anual de la ORA o con una específica que otorgará el consistorio, y les informará de todo ello a través de una circular y de buzoneo en cada una de las viviendas.
