En medio de una multitud de amantes del llonguet se clausuró ayer en el Museu de Mallorca la ruta dedicada a esta filigrana de los panaderos, con un fin de fiesta, sin faltar la música, y con patrocinio de la Associació de Forners i Pastissers de Balears.

La despedida a esta campaña en favor del llonguet, que ha demostrado ser muy positiva, tanto para los nostálgicos del mismo, como para los que lo han conocido y saboreado por primera vez, comenzó con un taller de elaboración del mismo, a cargo de Sebastià Jr., del Forn de La Gloria. El repostero Arbona, del Forn de Sa Soca hizo un canto a este pan, al que se dedicó el especial de la revista El nom de les coses', que presentó Joana Maria Palou, directora del Museu.

Los asistentes pudieron probar los llonguet con sobrassada y confitura, trempó con anchoas o el camaiot, calamar, lechona, bacalao o chocolate con almendra.