Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sa Torreta / Ramon Llull y Palma (IX)

Llull ha andado escaso de padrinos

San Alonso Rodríguez fue el primer santo mallorquín. Su candidatura fue impulsada pocos años después de su muerte por un Estado que suprimía...

Juníper Serra, Sant Juníper Serra, ha ganado la partida a Llull.

San Alonso Rodríguez fue el primer santo mallorquín. Su candidatura fue impulsada pocos años después de su muerte por un Estado que suprimía a marchas forzadas los derechos de los antiguos reinos y se encaminaba hacia la centralización jacobina. El pueblo de Mallorca veneraba en el siglo XVII a Ramon Llull y a Sant Cabrit y Sant Bassa, pero la Corte siempre prefirió un santo menos autonómico, y el jesuita había nacido en Segovia.

Santa Catalina Thomàs contó con el inestimable empuje del cardenal Antoni Despuig, que logró que Pío VI restituyera su culto y la beatificara en 1792. Lo que al final propició que fuera canonizada en 1930.

Juníper Serra, Sant Juníper Serra habría que decir desde el pasado 23 de septiembre, ha contado con el respaldo del imperio, léase los Estados Unidos de América, para dar el salto de beato a santo. El colonizador o civilizador de California ha sido elevado a los altares por Francisco durante un viaje a Washington, la capital del mundo. Igual que se le conceden Juegos Olímpicos o mundiales de fútbol pese a la nula tradición de este deporte en EE UU, es bueno para lanzar la imagen del catolicismo en el país impulsar santos locales.

Sin padrinos no se llega a la santidad. San Josemaría contó con la influencia del Opus Dei para que su santificación fuera la más rápida de la historia. Hasta que le adelantó San Juan Pablo II, el papa que liquidó el comunismo.

Ramon Llull fue beatificado por aclamación popular, por usar terminología actual. Sin embargo, no solo no ha tenido padrinos para entrar en el santoral, sino que el fraile franciscano encontró un enemigo visceral en el inquisidor Nicolau Eimeric, un dominico que tergiversó los escritos del fraile mallorquín para calificarlos de heréticos. La Iglesia corrigió hace unos años este veredicto, lo que dejó el paso libre para continuar con el proceso de canonización. Quizás se consiga a lo largo del próximo año, coincidiendo con el centenario de su muerte. Aunque sin padrinos, lo más probable es que siga en lista de espera.

Compartir el artículo

stats