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Palma a la vista

El 'lifting' de Sans

Carlos Sans es la tercera generación en la Perfumería que abrió su abuelo en 1938. L.D.

Carlos Sans le pone números a una empresa de narices. El negocio que arrancó en 1938 su abuelo, Guillermo Sans, sigue adelante aunque con sustanciales cambios. Perfumerías Sans tiene varios locales. El de la calle Velázquez acaba de hacerse un lifting en toda regla por aquello de mostrar lo mejor de sí. "Hemos querido actualizar el local. Se había quedado antiguo", comenta el tercer eslabón de esta familia que contó entre sus integrantes con algunos pioneros.

"Mi padre fue el primero en brindar el autoservicio en unos años en que no habían llegado las grandes superficies a Mallorca", cuenta Carlos. Añade que antes de eso, también abrió brecha al ser el primero en montar lo que se llamó cash and carry (compra y llévate) a mediados de los años 70. "Mi padre no paraba", recuerda el hijo.

Sería su abuelo, sin embargo, el primero que perfumó a la familia. Él dejó su negocio de representante de bebidas alcohólicas para hacerse fabricante de perfumes, maquillajes y cremas. Su hijo Guillermo estudió Química y abrieron en la calle Gater, muy cerca de la plaza de Banc de s'Oli, el laboratorio, la tienda y el almacén de productos de belleza. Guillermo hijo trabajó desde que tenía 13 años y a sus estudios químicos le añadiría los de Comercio. En los años setenta dejaron de fabricar sus perfumes, carmines, colonias, cremas faciales, polvos de maquillaje. Se trasladaron al polígono de Son Castelló para dedicarse a la venta al por mayor de los mismos productos pero de otras marcas.

Cuando Carlos nació, su padre y su madre Juana María Mora abrieron la perfumería en la calle Joan Massanet i Moragues. A Perfumerías Sans le crecerían hermanas, en las calles Aniceto Alcalá Zamora, Velázquez y en Jaime de Santacilia. "Ésta la tuve que cerrar hace dos años", comenta.

"La competencia es grande. Las marcas prefieren estar en grandes superficies. Es un mercado que sigue porque con crisis o sin ellas, se siguen consumiendo productos de belleza", recuerda. Es sabido que en las estrecheces económicas, las mujeres se pintaban con carmín rojo intenso para dar color a un ambiente gris. Psicológicamente parece ser que el efecto pintalabios funciona. Y no acaba aquí porque las operaciones de cirugía estética han aumentado en España en estos últimos años.

En la nueva tienda de Velázquez siguen entrando los clientes fieles. Algunos se quedan boquiabiertos cuando ven alguna fotografía del laboratorio en el que se fabricaron los perfumes. Carlos ha querido dejar un rincón para la memoria y en distintos rincones del local ha colocado objetos de la fábrica como las botellas de cristal de colores con la fórmula de colonia de lavanda F, de 1973, o los frascos de metal con aceites esenciales como el de verbena, o los utensilios para redondear las puntas de lápices de ojos o las barras de labios.

Unos días atrás entró en la perfumería una señora que al ver los dibujos publicitarios que hicieron para Perfumerías Sans en los años 50-60 "se emocionó". Lo cuenta Silve Vargas, la dependienta que lleva más de dos décadas en el negocio.

La agencia Publicidad Matas fue quien puso tinta y color a los productos perfumeros de los Sans. Mujeres con boquitas pintadas como flores de pitiminí, con unos óvalos de porcelana que solo se enrojecían con el colorete o el lápiz permanente con cuya compra se regalaban muñecas vestidas de flamencas cuelgan en la pared. "Un día entró una señora y al verlos casi se puso a llorar. 'Yo los pinté', me dijo", cuenta Silve. "Hacía mucho que no los veía", contó muy emocionada.

Con los años han ido echando el cierre perfumerías históricas de Palma como Zebrina, La Internacional, Magnus y muchas más. Ellos siguen en la brecha, y no les va mal. Él estudió Económicas. Su hermano pequeño es periodista y está en Berlín. El padre murió a los 69 años. A Carlos le gusta el negocio. "Aprendí mucho de él, y también mi madre me apoya. Ellos arriesgaron y trabajaron duro. A mí me toca diversificar", señala.

En el local reformado, la amplitud permite variar. Entre las apuestas en exclusiva, los productos Ecològic, que crearon las mallorquinas Linda Nicolau y su hija Alexandra. También Collistar, Ingred Millet y de L'Occitane, Melvita y Convent des Minims.

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