La muralla de asfalto y coches que separa la ciudad del mar se reducirá con el bulevar que Cort iniciará esta legislatura. La hoja de ruta para pacificar el tráfico desde el Portitxol hasta Portopí ha sido marcada y esta semana se han mantenido los primeros contactos entre las concejalías de Movilidad, Infraestructuras y Urbanismo y Modelo de Ciudad para impulsar una propuesta presentada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Balears en el anterior mandato y que contó con el respaldo unánime de la sociedad civil. La reivindicación de volver a convertir el Marítimo en el paseo que le dio nombre es muy antigua y su consecución está más cerca que nunca.
Para darle continuidad con la autovía de Llevant y que todo el frente marítimo sea un bulevar, el Ayuntamiento aprobará un plan director que establecerá cómo intervenir para unificar los cinco kilómetros de litoral. El gerente de Urbanismo, Joan Riera, que fue uno de los cuatro autores de la iniciativa del Colegio profesional, señala que el plan tardará más de un año en ser redactado, aunque "mientras tanto se pueden llevar a cabo actuaciones concretas, intervenciones estratégicas, ya que con pocas acciones pueden alcanzarse grandes logros".
La idea es empezar a aplicar la llamada 'acupuntura urbana' en la zona de Ponent, tal como anunció el regidor de Urbanismo, Antoni Noguera, el miércoles. La recuperación del solar municipal de s'Aigo Dolça para construir un equipamiento deportivo y un aparcamiento en dicha calle -que comunica el barrio de El Terreno con la primera línea- permitirá despejar de vehículos el paseo Marítimo y destinar este espacio a ampliar la zona para peatones. De todos modos, "el cambio se iniciará con medidas de gestión de la movilidad", afirma Riera en referencia a la pacificación del tráfico mediante la instalación de más semáforos, el incremento de pasos de cebra o la reducción del límite de velocidad, por poner varios ejemplos.
El Palacio de Congresos
En el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) se concreta sobre todo la actuación a realizar en el tramo del frente marítimo que va desde la vía de cintura hasta la avenida Antoni Maura, ya que "es urgente dar respuesta a la demanda de circulación de viandantes creada por el Palacio de Congresos", tal como explican desde la concejalía de Movilidad. Para ofrecer una solución que no hipoteque el futuro de la nueva vía urbana, este departamento ha elaborado en colaboración con el Consell "el estudio previo de la implantación por fases del bulevar de la fachada marítima desde la vía de cintura hasta la calle Manuel Azaña".
La apertura el próximo año del recinto congresual obligará a acelerar la transformación en esta zona, que en la propuesta de los arquitectos aparece reducida a dos carriles de circulación por cada sentido y con anchas aceras arboladas, tanto en el lado de la infraestructura en obras como junto a los bloques de pisos de la primera línea.
Según el Colegio profesional, reconvertir el frente marítimo es "la gran oportunidad que tiene la ciudad y que puede suponer un gran impulso para Palma, tanto desde el punto de vista turístico y económico como para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos", tal como manifestó en una misiva donde explicaba la propuesta, enviada a entidades vecinales y empresariales, entre otras organizaciones.
En el tramo del Marítimo, un ejemplo de los beneficios que el cambio puede reportar es que "se revitalizará el tejido comercial, ya que los cruceristas encontrarán un lugar de esparcimiento en vez de estrechas aceras por las que apenas pueden caminar", tal como pronostica el gerente de Urbanismo, que se ha reunido con los hoteleros y comerciantes del paseo y le han expresado su apoyo. Ahora queda empezar a aplicar las medidas para crear el gran eje cívico que finalmente acerque la ciudad al mar.
