La tradicional procesión en honor a Santa Catalina Thomàs pilló por sorpresa a numerosos residentes y turistas que iban de compras por Jaume III y la calle Unió, aunque el cierre al tráfico desde primera hora de la tarde les dio alguna pista de que algo ocurría en el centro. Si hoy toca la maratón de Palma, ayer fue la cabalgata de la Beateta, que se inició en el paseo Mallorca para concluir en el convento donde ingresó a los 24 años, el de Santa Magdalena. Quien la representó, Bàrbara Reus Hevia, finalizó el acto religioso cantando con sus compañeros Sor Tomasseta y con la ofrenda floral a la tumba de la Beata, cuyo cuerpo yace allí desde que murió en el año 1574, 218 antes de su beatificación.

El evento organizado por el Consell de Mallorca comenzó sobre las 19 horas con el desfile de unos 800 participantes, entre los que destacaron los payeses de agrupaciones de ball de bot y los dimonis procedentes de diversos municipios, quienes asustaron a los niños que presenciaban la comitiva. Los gegants y caparrots tuvieron una mejor aceptación entre los más pequeños, aunque lo que quería la mayoría eran los caramelos lanzados desde el Carro Triunfal de la Beateta, que cerraba la cabalgata junto con la Banda Municipal de Música, que el próximo año celebra su medio siglo de existencia. Además, unos 40 niños ataviados para la ocasión desfilaron subidos en las carrozas que representaban las diferentes escenas de la vida cotidiana de Santa Catalina.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando el Carro Triunfal se detuvo en la plaza del Mercat, enfrente de la piedra donde se cuenta que la joven Sor Tomasseta esperó hasta que le dijeron que la admitían en el convento de las canonesas de Sant Agustí. Tras este tramo del recorrido, llegaba el saludo de los representantes institucionales frente al Teatro Principal.

Por la mañana se celebró un pasacalles a cargo de una colla de xeremiers en los alrededores del convento de Santa Magdalena, en cuyo templo tuvo lugar una eucaristía presidida por el obispo de Mallorca, Javier Salinas, y a la que asistió la protagonista de la jornada, la Beateta.