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Palma a Palma

Apoteosis del palé

Apoteosis del palé

La imagen tradicional de los palés es la de un desecho. Cuantas veces no hemos visto estos soportes construidos a base de listones en montones. Abandonados en solares o zonas en obras. Muchas veces ennegrecidos por la lluvia y la humedad. También desmontados para ser quemados en algún bidón. A modo de primitiva calefacción.

Durante años, los palés representaban aquello que ya no se utiliza. Confeccionados con madera barata, clavados de forma perentoria. Nadie los valoraba.

Pero los tiempos siempre nos dan nuevas sorpresas. Y desde hace poco, el palé se ha puesto de moda. De repente, no hay bar o local moderno que no tenga un montón de palés reutilizados. Como estantería, como decoración, como base de sofá, como estructura?

La sencilla geometría del palé se ha convertido en un emblema del nuevo diseño. Basta con recoger varios, y darles una capa de pintura de yeso. Esa que ofrece un aspecto claro y baratero. Y los tienes integrados en la estética más rabiosamente actual. Quien no tiene un palé en su casa es que no quiere. Aunque la verdad es que cada vez cuesta más encontrarlos.

El éxito inesperado del palé nos permite reflexionar sobre un aspecto muy actual de lo moderno. Se trata de la apología de la incomodidad. Los locales más nuevos escogen sillas con base de madera, de escuela, de oficina. Los bancos son también rígidos y si es posible reaprovechados. Cuanto más hipster es una decoración más sale uno con las posaderas cuadradas.

Se ve que los antiguos almohadones y tapicerías mullidas ya no están de moda. Y lo suyo son los suelos y paredes con baldosas de diferentes formas y colores, las sillas y taburetes de madera seca, y los palés haciendo las veces de elemento universal.

Si se lo hubiesen dicho a todos aquellos que hace años los quemaban en sus hogueras improvisadas, no se lo hubieran podido creer.

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