Un peluquero de s'Arenal le clavó unas tijeras a un conductor de la EMT después de que el chófer le recriminara que cada día aparcase encima de una zona reservada para el aparcamiento de buses. El empleado, que no quiso facilitar su nombre, explicó ayer que no quiso contárselo a su familia para que no se preocupasen cuando se va a trabajar.

Otro de los ataques graves sufridos tuvo lugar en la plaza de la Porta de Sant Antoni. El conductor sorprendió a un pasajero que le quería robar la recaudación y, tras perseguirle, fue golpeado por el ladrón. "La empresa no puede minimizar este problema", denunciaron ayer fuentes sindicales.