La Platja de Palma es una piedra en el zapato. Al botellón, a los desórdenes, a las peleas, a la venta ambulante debe sumarse la prostitución. Con todo, siempre según el jefe de sección de Igualdad en el Ayuntamiento de Palma, Toni Colom, "parece que la prostitución está cambiando en la zona y que 2014 supuso un año de inflexión frente a la gran conflictividad que se vivió en los años 2012 y 2013". "No sabemos si es por efecto de la ordenanza cívica o no; creemos que es más por la crisis económica". Colom señaló que la Policía Local había constatado cierto cambio del ejercicio de la prostitución en s'Arenal, donde se vieron menos mujeres en la calle quizá "porque se desplazaron a otras zonas turísticas como Calvià", barruntó Colom. Por su parte, el regidor de Igualdad, Aligi Molina, se mostró contrario a sancionar a los clientes. "No apoyaremos medidas que vayan en detrimento de la mujer y la ordenanza cívica lo es. Multar es una forma de hacer invisible a las mujeres al obligarlas a salir de la calle para ejercer su trabajo en lugares opacos".