Con una manguera de agua a presión y una pala para retirar los restos más abultados, una cuadrilla de la empresa municipal Emaya se dedican estos días a recuperar el color original de las aceras y las vías de Nou Llevant. El trabajo llega una semana después de que algunas de las calles, como Puerto Rico, quedaran anegadas.

Las intensas precipitaciones del viernes día 4, que inundaron parte del barrio, arrastraron la suciedad de las parcelas. "Esto pasa porque está muy mal acondicionado. Toda la porquería de los solares acaba en las calles, que además están ligeramente inclinadas hacia un mismo punto", explicó ayer uno de los operarios.

La limpieza, que se va a dividir por días, empezó por la avenida de Mèxic y uno de los laterales de la calle Puerto Rico. "Mañana se hará el otro lado y la calle Callao. Por ahora se nota mucho la diferencia, ya vuelven a ser grises las aceras", aseguró el empleado. "Hemos tenido que venir con el camión porque la tierra y las hojas no podrían quitarse únicamente con las escobas", añadió.

El agua cristalina que lanzó durante la mañana el camión acabó de color marrón oscuro por la cantidad de tierra acumulada en las aceras. Los pequeños ríos que se formaron acababan en los imbornales, que previamente habían sido barridos. "Por más que le damos con la manguera, el agua sale muy sucia", detalló otro de los empleados. Respecto a los desagües, un operario de Emaya aseguró que "se ha comprobado uno por uno si su capacidad de succión es la correcta" y afirmó que "está todo bien".

Las tareas de limpieza, contaron los operarios, "están siendo muy intensas porque hay zonas donde se han formado verdaderos barrizales". Una semana después de las fuertes lluvias que paralizaron parte de la ciudad, siguen tratando de recobrar el aspecto original de las calles, que se quedaron llenas de hojas y tierra.