Las lluvias torrenciales del pasado viernes han puesto de manifiesto varias cuestiones que, no por sabidas, son menos importantes. En primer lugar, la insuficiencia y la deficiente red de pluviales que "disfrutan" aún varias zonas de la ciudad, entre ellas el Nou Llevant, pese a que en los últimos 10 años se ha realizado en la zona una inversión que suma la friolera de casi 48 millones.
Otra evidencia que se ha puesto de manifiesto es la deficiente limpieza de los imbornales, pero también que las rutas previstas por Emaya se incumplen de forma sistemática. En el Nou Llevant, por ejemplo, la empresa afirma que desde mayo de este año, cuando el anterior consistorio recepcionó las obras de la urbanización se limpia tres veces a la semana: el sábado, el martes y el jueves.
Una previsión que se incumple sistemáticamente
No obstante, tres días después de la inundación numerosos imbornales de la urbanización seguían obstruidos superficialmente, prueba evidente de que ni el sábado ni el martes se había realizado la limpieza ordinaria. La presidenta de Emaya y teniente de alcalde de Ecología, Neus Truyol, reconoció que, en realidad, el último día que se había procedido a limpiar la zona tal como prevé el plan, fue el pasado jueves, por lo que no es de extrañar que cinco días después del temporal y de la inundación las calles aún muestren los restos de la tormenta y que numerosos imbornales permanezcan obstruidos superficialmente.
El incumplimiento sistemático de las rutas de limpieza o su no finalización es un clásico en la empresa, denunciado reiteradamente por los sindicatos. También es una de las cuestiones que la nueva dirección se ha propuesto revisar con el fin de adecuar el plan a la realidad.
Constatada la evidencia, se ha procedido a reparar en lo posible el desaguisado y se aseguró que entre ayer y hoy se va a proceder a habilitar los medios necesarios para proceder a una limpieza extraordinaria con medios mecánicos.
