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Imputación

El policía local niega haberse sobrepasado con un calesero

Cort prefiere mantenerse al margen respecto a la imputación del agente

Dos galeras esperando al lado de la Seu, imagen de archivo.

El policía local, que actualmente se encuentra imputado por un supuesto abuso de la autoridad contra un calesero, está "indignado" con la denuncia y asegura sentirse "perseguido por la Fiscalía Anticorrupción". Jaime G. defiende su inocencia y rechaza haber atacado al calesero por su condición étnica. "Mi hermano está casado con una gitana y yo mismo fui el portavoz del último partido que hubo entre policías y gitanos", detalló ayer a este diario el imputado.

El policía aseguró que paró al calesero "porque el caballo tenía un problema en la pata". "Mi intención fue hacer un informe para que lo llevara al veterinario municipal, simplemente estaba haciendo mi trabajo", explicó. Esta versión difiere totalmente de la dada por el propietario de la galera, quien aseguró en la denuncia que el agente le acusó de saltarse un ceda el paso y que tras pedirle la documentación le amenazó con quitarle la licencia durante el mes de agosto.

"Es como si a un guardia civil le imputan por decirle a alguien que se ponga el cinturón de seguridad; solo vigilaba que se cumpliera la ordenanza municipal", acusó el policía. Jaime G. no comprende la investigación por parte de la Fiscalía y la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF). "Me indigna que me digan que no soy competente y siento que algún fiscal me persigue porque en esta actuación no procede absolutamente nada y ahora me encuentro con esto", añadió.

Fuego cruzado

Sin embargo, los caleseros también denuncian sufrir acoso y persecución, pero por parte de la propia policía local. "Somos un gremio en exclusión social y nos quieren echar a base de ponernos montones de multas", comentó la mujer de un calesero.

"Los gitanos nunca nos atrevemos a denunciar porque sabemos que salimos perdiendo así que se debe haber visto muy presionado para dar el paso", explicó esta mujer, que prefiere mantenerse en el anonimato. Respecto a los informes que el agente escribió con comentarios despectivos sobre su forma de vestir, la mujer aseguró que "pese a no poder ir con ropa de marca los caleseros ni van mal vestidos ni dan un mal servicio a sus clientes, principalmente turistas". Los propietarios se quejan de sufrir "maltrato y marginación por ser gitanos" y aseguran tener "miedo a represalias".

El suceso, que ocurrió a principios de abril durante la celebración del Jueves Santo, se encuentra actualmente en fase de instrucción y las declaraciones de los testigos continuarán durante el mes de septiembre. Además, la Policia Nacional reclamó al Ayuntamiento que le enviara los informes que el agente redactó y que han sido anexionados al sumario en calidad de pruebas del presunto acoso contra el denunciante.

Por el momento, desde la concejalía de Seguridad Ciudadana todavía no se han planteado si abrir o no un expediente al policía local. "Queremos mostrar nuestro máximo respeto a las decisiones judiciales y colaboraremos en todo lo que nos solicite la justicia", explicaron. "Por ahora hemos pedido la información del caso al juez y cuando lo tengamos todo estudiaremos si se abre un expediente. Se tendrán que valorar detalladamente", añadieron desde la regiduría.

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