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Tribunales

Imputan a un policía local por abuso de autoridad contra un calesero

La Fiscalía Anticorrupción investiga la persecución de un agente municipal contra el conductor de un carruaje, que argumenta que le quiso denunciar por ser gitano

Una calesa deja a una turista frente a la Catedral, en una imagen de archivo. G. B.

Nuevo caso abierto contra un miembro de la Policía Local de Palma. Un juzgado de la capital ha imputado a un agente, que está acusado de haber cometido abusos de autoridad contra un calesero. Según denuncia la víctima, el policía le abrió varios expedientes consecutivos el mismo mes y le amenazó con retirarle la licencia en cuestión de semanas. El conductor asegura que fue un ataque "en plan racista" y que el agente le acosó porque es de etnia gitana.

Los hechos se remontan a principios de abril durante la celebración del Jueves Santo. Según la versión del denunciante, su calesa estaba circulando por la calle de Palau Reial en dirección a Cort. A su vez, un furgón de la Policía Local de Palma subía por la calle del Conquistador y también se dirigía hacia el Ayuntamiento.

Los agentes municipales dieron el alto al carruaje y le acusaron de haberse saltado un ceda el paso. Lo que parecía una simple infracción de tráfico se convirtió en una causa general contra el conductor de la calesa.

Del furgón policial se bajó Jaime G. C., un agente conocido en el cuerpo municipal porque es delegado sindical. Fuera de sus horas de representación de los trabajadores, está en la Unidad de Intervención Inmediata (UII).

El agente solicitó al calesero que le facilitara la documentación del carruaje y comenzó a revisar el caballo. La Policía Montada es la única unidad que se encarga de comprobar que las calesas estén en regla. Además, el estado de salud de los caballos es un aspecto que solo chequean los veterinarios municipales y no los policías.

Tras revisar el papeleo y el animal, el agente habría amenazado al calesero con quitarle la licencia del carruaje. Le aseguró, según la declaración del denunciante, que se la iban a quitar para el mes de agosto.

Segundo incidente ante la Seu

Después del primer encontronazo, el conductor denuncia que el mismo policía volvió a intervenir contra él. Esta vez fue frente al portal mayor de la Seu y, al parecer, sin que mediara ninguna infracción de por medio.

El agente habría intentado tirarle al suelo y reducirlo para detenerle. Otros caleseros salieron en defensa de su compañero y vigilaron al caballo. De nuevo volvió a revisarle la documentación y el caballo. El conductor denunció al policía local ante los tribunales por miedo a que siguiera acosándole en horario de trabajo. De la investigación se encargaron la Fiscalía Anticorrupción y la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) que pertenece al Cuerpo Nacional de Policía, un indicador de la importancia que ha tenido el caso para los investigadores.

Varios agentes municipales y caleseros han sido citados a declarar para esclarecer un suceso que todavía está en fase de instrucción. Las declaraciones de testigos continuarán durante el mes de septiembre.

La Policía Nacional también reclamó al Ayuntamiento que le enviara los informes que redactó el agente, que contenían comentarios despectivos sobre la forma de vestir y el aseo personal del calesero. Esos expedientes han sido anexionados al sumario en calidad de pruebas del presunto acoso contra el denunciante.

Un agente polémico

El agente Jaime G. C. se ha visto involucrado en otros incidentes polémicos dentro de la Policía Local. A finales de 2013 amenazó a dos testigos que declararon en el caso del amaño de oposiciones policiales. Desde entonces permanece imputado en ese caso.

Días después, denunció al concejal de Més per Palma Antoni Verger, porque el político había calificado a Jaime G. C. como una persona de "ultraderecha".

Más recientemente, el agente estuvo involucrado en un episodio contra la junta de mandos de la Policía Local. Mientras otro policía profería amenazas contra los funcionarios de máximo rango del cuerpo, Jaime G. C. -que no participó en las amenazas- le observaba durante el incidente.

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