El juez Manuel Penalva decretó ayer, hacia las dos de la tarde, la prisión sin fianza para Miguel E.S., un policía local jubilado y sospechoso de realizar, durante años, continuos chantajes a empresarios de la Platja de Palma. El arrestado se acogió a su derecho a no declarar y el fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán pidió su ingreso en prisión por los presuntos delitos de negocios vetados a funcionarios y extorsiones.

Miguel E., detenido anteayer por la Policía Nacional, tal como adelantó DIARIO de MALLORCA, fue conducido en la mañana de ayer a los juzgados de Vía Alemania, donde quedó a disposición del juez de instrucción 12 que, bajo secreto sumarial, investiga las presuntas tramas de corrupción de las policías locales de Palma y Calvià. Miguel E. ya fue detenido el pasado enero por los mismos hechos y eludió el ingreso en prisión, gracias a una fianza de 20.000 euros establecida por la jueza Carmen González.

Aprovecharse de la placa

El encausado fue agente raso y se retiró del Cuerpo hace unos años. Su último destino, durante años, fue la Patrulla Verde, la sección de la Policía Local encargada de fiscalizar las licencias de apertura de los locales, los niveles de ruido y los horarios de apertura.

Sobre el encarcelado recaen sospechas de que extorsionó a empresarios del sector turístico para conseguir dinero, camuflado como contratos a una empresa tapicera de su esposa. A cambio de esos fondos, el expolicía habría dado un trato de favor a esos negocios respecto a inspecciones o denuncias. Por el contrario, otros locales que no pagaban los chantajes fueron objeto de mano dura por la Patrulla Verde.

Los investigadores de las tramas de corrupción habían recibido en las últimas semanas quejas de algunos testigos respecto a que Miguel E. seguía paseándose por la Platja de Palma tratando de obtener favores por su condición de policía.

El sospechoso pudo haber usado una placa policial falsa para conseguir invitaciones a comer y otras prebendas en s'Arenal.

El fiscal Miguel Ángel Subirán destacó ayer en la vistilla celebrada en instrucción 12 el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas por parte del detenido, que estuvo defendido por Agustín Aguiló, quien se opuso a la privación de libertad. Subirán añadió que el secreto sumarial le impedía ampliar otras sospechas que recaen sobre el detenido.

Miguel E. es el tercer policía imputado en ese sumario que ingresa en prisión en las últimas semanas. Sus dos excompañeros fueron enviados al centro penitenciario de Palma por quebrantar medidas cautelares impuestas por el juzgado, como la prohibición de acudir a la Platja de Palma o a las dependencias del cuartel de San Ferran, sede central de la Policía Local.