La Autoritat Portuària de Balears abre una nueva polémica contra el patrimonio de Palma. El organismo que todavía preside Alberto Pons intenta eliminar el muelle pesquero para convertirlo en una nueva zona de amarre de yatesnueva zona de amarre de yates. La entidad pública quiere resolver así un entuerto que lleva meses coleando. A finales de febrero la Autoritat Portuària adjudicó al Real Club Náutico de Palma (RCNP) otro pantalán, conocido como el pantalán de Sant Pere, donde cabrán 70 grandes barcos de recreo. La concesión se realizó de manera directa, es decir, sin un concurso de por medio.
La intención de Pons -que fue gerente del Real Club Náutico de Palma durante quince años- era tener cerrada la concesión a su antigua entidad antes de las elecciones autonómicas de mayo.
Sin embargo, todavía le ha quedado un problema pendiente de resolver. Antes de que les cedieran el embarcadero de Sant Pere, este ya estaba ocupado por una empresa de alquiler de yates y por otros particulares. Todos ellos tienen una concesión pública y pagan las tasas directamente a la Autoritat Portuària.
El Real Club Náutico de Palma notificó a todos los titulares de amarres en el pantalán de Sant Pere que iba a multiplicarles las tarifas y cobrarlas a precio de lujo, pese a que ninguno de los usuarios tienen un acuerdo con el club deportivo.
Tras las quejas, la Autoritat Portuària diseñó un plan para recolocar los yates de la empresa de alquiler, y comenzar a vaciar así el pantalán de Sant Pere para que el Real Club Náutico de Palma tenga nuevos aparcamientos de barcos y pueda arrendarlos a precios mucho más elevados.
La Autoritat Portuària amplió la concesión a la entidad deportiva antes de buscar un nuevo emplazamiento para los yates existentes. Por ello, desde marzo Alberto Pons y otros directivos del organismo público están maniobrando para recolocar los yates de alquiler en una ubicación distinta y cercana al centro de la ciudad.
Como que ya no queda espacio libre en la zona portuaria, el plan ideado por Pons consiste en quitar a los pescadores el único pantalán que tienen disponible en el muelle pesquero y situar allí al menos la veintena de embarcaciones de recreo que tiene la empresa de chartering. No han facilitado ninguna solución para reubicar a los usuarios particulares.
Durante el último medio año, la directiva de la Autoritat Portuària ha mantenido numerosas reuniones en secreto con otros agentes del puerto para impulsar la supresión del muelle pesquero.
Aparte de eliminar el pantalán que utilizan los pescadores (el que está delante del bar El Pesquero), también suprimirían el actual secadero de redes de pesca. Se trata de la explanada donde es habitual ver a los marineros remendando las artes pesqueras antes de volver a zarpar. En su lugar, han proyectado un aparcamiento para los propietarios de yates e instalaciones de servicios del pantalán.
La intención de los responsables del puerto de Palma es iniciar las obras en el último trimestre de 2015 y tenerlas terminadas a finales de 2016.
