Los Bomberos de Palma y la Policía Local desalojaron ayer por la tarde una finca de siete plantas por "peligro inminente de derrumbe", según informó el jefe del Cuerpo, Manuel Nieto. En el edificio, situado en la calle Rafael Lluís Blanes, en el barrio de Pere Garau, residen unas 60 personas. Los Servicios Sociales del Ayuntamiento realojaron a una treintena, de las que nueve son niños, en los edificios del Servei d'Acollida Municipal y el centro contratado es Convent. El resto de los afectados prefirieron dormir este primer día en casas de familiares o amigos.

Durante las obras en un local situado en los bajos del inmueble, un trabajador se percató del mal estado de uno de los pilares que sustentan la finca, del que "solo queda la mitad y en el que hasta se ve el hierro completamente oxidado, al aire", como describió el responsable de los Bomberos. "Enseguida nos ha avisado, ya que es muy peligroso y soporta mucho peso. Vista la situación, seguramente todos los pilares están mal, por lo que ha habido que desalojar", añadió.

El alcalde de Palma, José Hila, acudió al lugar y explicó que, "en estos casos, siempre hay que tener precaución y se ha dado la orden de actuar" para evitar una desgracia. Añadió que hoy Cort buscará una solución para los afectados. Además, Urbanismo abrirá un expediente y ordenará a la propiedad que arregle este problema estructural. El jefe del Cuerpo de Bomberos no cree que tenga aluminosis ni que sea necesario derribar el inmueble, aunque serán los especialistas quienes decidan finalmente qué hacer con la edificación de los años 70 y 21 viviendas.

Siete son pisos en propiedad, los que dan a la calle, y el resto son pequeños apartamentos en alquiler y con una sola dueña, como relataron los vecinos. Poco después de las 17 horas, policías y bomberos llamaron a sus casas para decirles que las desalojasen en cinco minutos, tras coger las pertenencias básicas. La mayoría estaban allí en aquel momento y otros llegaron más tarde.

Había familias, nueve niños, una persona con la enfermedad pulmonar EPOC y otra con una pierna ortopédica que reside en el ático, todos ellos de diferentes nacionalidades.