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Palma a la vista

El Arxiduc está a salvo

El edificio ha sido objeto de una exhaustiva reforma para convertirlo en hostal juvenil. L.D.

Agosto va a ser clave para el Arxiduc. En la calle que Palma le ha dedicado al poliédrico personaje que encontró en Mallorca algo más que el paraíso perdido nacerá un hostal juvenil, que abrirá sus puertas el próximo martes, tras una exhaustiva reforma.

Tres semanas después, le tocará el turno al histórico bar Venecia, que está dándole una profunda vuelta de tuerca a su interior.

Apenas unos metros de distancia entre dos lugares que alterarán la fisonomía de una calle que siempre se mostró vivaz. En el tramo de esta arteria que separan las dos plazas, la del cardenal Reig o del obelisco como se la conoce popularmente, y la de Alexandre Fleming, es donde se situaron los dos locales, uno el de partidas de ajedrez, de cafés, de tertulias, el histórico Venecia, y el Milán, donde el dominó era plato fuerte de sus clientes, y que tras su cierre en marzo de 2014, tan solo ha cambiado la barra y mantiene su estructura interior y el letrero en la puerta de cristal esmerilado.

Hay vida más allá del centro porque no solo somos una ciudad de hoteles 'tienda' y porque las murallas se derribaron para que entrara el aire fresco a la ciudad antigua, que para eso se le llaman ensanches a esos nuevos territorios que salen de la necesidad que toda ciudad tiene de respirar.

El albergue juvenil se afianza en un lateral del edificio que albergó el bar Milán, ese que acogió en la Guerra Civil los bailes de las tropas italianas, pero que antes abriría mestre Perico con el nombre de Select, tras haber estado en Francia donde debió hacer dinerillos para montar este negocio cuyas últimas manos, ya bajo el nombre de bar Milán, serían las de los hermanos Blasco Bonnín.

En cuanto se anunció el cierre, el temblor recorrió la plaza que ya había perdido el cine Capitol y el tiovivo, el único que quedaba en la ciudad. Se temía que fuese derribado, sin embargo, sigue en pie, y en su lateral, para convertirse en hospedaje de los más jóvenes, que siempre dan vidilla.

De la mano de Miquel Oliver Mateu, de la inmobiliaria del paseo Marítimo, surge la idea de abrir una pensión destinada a los más jóvenes, quizá con el modelo de Youth Hostel, que ya existe en la plaza Quadrado pero que faltaba en el ensanche. A dos manzanas de la plaza de España, del epicentro de las comunicaciones con el resto de municipios de la isla, cercanos al mercado del Olivar, con una abundante oferta de bares, cines y el carril bici que avanza por una ciudad que parece ir apostando por una manera de circular más saludable.

Los inquilinos del establecimiento podrán hacer piña con los del recién reformado bar Venecia, un histórico que abrió en 1934, donde se gestaron historias de estraperlo. Pero es sobre el tablero, en blanco y negro, donde Ramón Sánchez ganará la partida.

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