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Candidatura

Palma, Patrimonio de la Humanidad, en el olvido

La UIB y Arca, integrantes de la mesa evaluadora, aseguran que desde el año pasado nadie se ha vuelto a poner en contacto con ellos

La Catedral es uno de los valores más importantes de Palma. Miquel Massuti

Ya han pasado más de seis meses desde que se aprobó en pleno por unanimidad la presentación de Palma al título de Patrimonio de la Humanidad que otorga la UNESCO a bienes culturales y paisajísticos de gran valor. A día de hoy, la candidatura 'Palma, paisaje cultural sobre el mar' continúa encerrada en un cajón. Lejos quedan ya las palabras de Mateo Isern, exalcalde de la capital balear, cuando a principios del año pasado anunció la creación de una comisión evaluadora para preparar la candidatura. El desconocimiento sobre su estado actual es generalizado. Ni el anterior gobierno ni el actual saben con exactitud su sino.

"No sabemos nada. Desde entonces no nos han convocado ni una vez. Ha quedado en el olvido", aseguró a este diario la asociación ARCA. Por su parte, en el departamento de Historia del Arte de la UIB afirmaron no tener constancia de ningún avance. "No ha habido encuentros desde julio pero el anterior regidor de Cultura y Deportes, Fernando Gilet, nos dio un agradecimiento oficial en noviembre. Esas son las últimas noticias que hemos tenido de la candidatura", explicaron. Ambas entidades formaron parte de la comisión que durante el primer semestre de 2014 se estuvo perfilando y detallando los fundamentos de la propuesta. Los otros integrantes fueron el Govern, el Consell de Mallorca, el Obispado de Mallorca, la Societat Arqueològica Lul.liana y el Colegio Oficial de Arquitectos de las Islas Baleares. No obstante, desde julio la comisión no se volvió a reunir más.

Según Gilet, "una vez fundamenta la propuesta se presentó al pleno, donde fue aprobada, pero no se trasladó al Govern autonómico, quien es el que lo tiene que trasladar al estado". El ahora exregidor explicó que durante la legislatura anterior la comisión redactó diez folios. "Todavía queda mucho trabajo por realizar. La batuta la tiene ahora el nuevo gobierno y me gustaría saber qué es lo que ellos van a hacer con nuestros progresos", reclamó. Gilet va más allá en sus intenciones con la candidatura. "He decidido estar alejado ahora pero a mí me gustaría volver a ponerme con ello. Es como una criptonita para mí. De hecho, me ofrecí al actual regidor a colaborar en lo que fuese porque conozco muy bien el tema", subrayó el exconcejal.

Con el cambio de gobierno, la situación parece haberse vuelto más compleja, o al menos más distante. Desde Cort aseguran que todavía no han podido ponerse manos a la obra con ello. La saturación por hacerse a sus nuevos cargos ha imposibilitado que la candidatura de Palma continuara avanzando en el largo e incierto camino que todavía le queda por recorrer. La trayectoria que debe seguir una candidatura hasta ser elegida como Patrimonio de la Humanidad es, por lo menos, ardua. Por ahora, la propuesta de Palma cuenta con un anteproyecto de apenas diez folios.

Dirección UNESCO

El actual gobierno deberá, si quiere seguir adelante con ello, fundamentar de manera detallada los motivos por los que la ciudad es merecedora de dicho título. Una vez redactado, el siguiente paso es trasladarlo al gobierno autonómico para que le de el visto bueno y lo presente al Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Educación y Cultura, quien debe aprobarlo en Pleno. "Según mis cálculos durante los años 2015 y 2016 tendría que dar tiempo a trabajarlo como es debido y a finales de año o principios de 2017 se podría presentar al Parlamento", explicó Gilet.

Si el estado central lo admite, la candidatura quedaría incluida en la llamada 'Lista Indicativa'. Este inventario sirve de plataforma para poder presentar las solicitudes al Comité de la UNESCO pero es obligatorio que el bien propuesto figure por lo menos con un año de antelación en la lista. Por último, la organización deberá decidir si darle el visto bueno o tumbarla, como ya pasó con las fiestas de Sant Joan de Menorca.

Esta misma senda es la que siguieron Eivissa (1999), el cant de la Sibil·la (2010) o la Serra de Tramuntana (2011), quienes, en sus respectivas categorías, lograron entrar en el limitado club de la UNESCO. Palma, por ahora, continúa lejos de conseguirlo.

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