El empresario detenido en el transcurso de la investigación por la corrupción en la Platja de Palma, utilizaba a un falso agente de la Guardia Civil para que controlara y vigilara a las chicas. Se trata de un familiar (persona muy conocida en el mundo del trote), al que se encomendó la tarea de ser el encargado del club de alterne Table Dance. Local donde, según han declarado varias prostitutas, el empresario organizaba orgías sexuales con varias mujeres, a las que invitaba a destacados políticos de Mallorca.
La Policía llevaba meses investigando la actuación de este empresario, Miguel P., en relación al club de alterne. A pesar de que tiene otros negocios de ocio en la zona de s´Arenal, los agentes pudieron comprobar que el investigado acudía a diario al club. Las mujeres han señalado que este hombre solía elegir cada noche a una de las chicas para mantener relaciones sexuales con él en una zona privada del prostíbulo. Además del empleado de confianza del empresario, con el que incluso fingió traspasarle el negocio, en las últimas semanas se detectó la presencia de otra persona. Este individuo, según han confirmado las mujeres a la Policía, tenía orden de hacerse cargo del negocio en nombre de Miguel P. Su misión era muy clara: controlar a las chicas que trabajaban en el local. Decía que era guardia civil.
Este falso agente, llamado Santiago, fue arrestado el pasado mes de febrero por la Policía, en el transcurso de una actuación centrada en el club de alterne. Explicó que era propietario de un hotel y confesó que dos meses antes había alquilado el prostíbulo, si bien después lo había subarrendado al portero.
El detenido explicó que la actividad del Table Dance se basaba en tomar copas y bailar, pero negó que hubiera mujeres ejerciendo la prostitución. Señaló también que él no recibía ninguna bonificación económica por la actividad sexual que se desarrollaba en el club. Su único beneficio era el subarrendamiento del local, que eran 2.000 euros al mes en temporada baja, y 14.000 euros durante la temporada alta.
El nuevo encargado salió en defensa de su familiar. Dijo que el empresario no obtenía ningún beneficio económico por la actividad de las mujeres. Únicamente ganaba el alquiler que él le abonaba. Sin embargo, reconoció que el empresario acudía casi a diario al local, como constataron también las prostitutas y los empleados del club.
Por otra parte, en el registro que realizó el pasado mes de febrero la Policía en el local de alterne, se analizó la documentación contable encontrada en el Table Dance. Los investigadores afirman que la propiedad alteraba las cifras económicas oficiales. Es decir, no se declaraban todos los ingresos que se obtenían para abonar menos impuestos. Uno de los empleados de confianza reconoció que en un año los beneficios del club alcanzaron los 150.000 euros. La propiedad ya tuvo que afrontar una sanción debido a las irregularidades administrativas.
