No han pasado ni cinco días desde que la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT) anunciara este lunes su intención de movilizarse el 2 de junio exigiendo a Cort la regulación de los "bicitaxis", el servicio de los rickshaws que desde el verano pasado circula por la Platja de Palma, para que el enfrentamiento verbal pase a las agresiones físicas. El verbo amenazante tomó forma de cabezazo.

La noche del pasado viernes, uno de los conductores de estos bicicarros fue agredido por un taxista vestido de paisano que se hizo pasar por un turista tras increparle que le quitaban "el pan de sus hijos". En el calor de la batalla verbal, el taxista, según consta en la denuncia presentada ayer en la comisaría de la Policía Nacional por el chófer, C. R.G. y en la que se hace constar el número de licencia del supuesto agresor, éste le propinó un cabezazo.

La misma noche del jueves, y así se hace constar en otra denuncia presentada por L.D.A., otro trabajador de la empresa Mallorca Rickshaws, éste fue abordado por un grupo de cinco taxistas mientras estaba montado en el vehículo con turistas en él a la altura del Megapark. Tras insultarle y amenazarle empujaron el triciclo y lo volcaron con el chófer y los clientes dentro. Ayer se puso una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional.

Al parecer, siempre según los denunciantes y el propietario de la empresa, Pawel Ryszard, ya han informado en anteriores ocasiones a la Policía Local de "coacciones" por parte de algunos taxistas.

Según su representante legal, Jesús Avilés, "el servicio está amparado por ley" y tiene los permisos reclamados. "No queremos entrar en ninguna guerra. La empresa es legal y hay sitio para todos", añadió.

Desde el colectivo de los taxistas, su portavoz Toni Bauzà indicó ayer que "rechazamos cualquier acto de violencia". Reiteró las críticas del colectivo a Cort "por su dejadez al otorgarles licencia a los bicitaxis sin que tengan medidas de seguridad para los pasajeros ni tarifas aprobadas".