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Turismo

Balears recupera en un invierno 100.000 turistas españoles y 100.000 extranjeros

Las islas alcanzan su récord invernal desde que la crisis hundió el turismo nacional en 2009 - El mercado español vuelve a sus mejores números

Turistas en el centro de Palma a principios del pasado mes de abril.

Era verdad: Balears vivió este año la mejor Semana Santa turística en una década. Al menos si se entiende "la mejor" como la que más viajeros atrajo a la isla. Que eso es justo lo que pasó, como prueba el hecho de que la cifra de turistas españoles, los que realmente alimentan un puente que se celebra casi exclusivamente en España, ha alcanzado su mejor registro desde que se inició la crisis. El hito, documentado por la encuesta de turistas en la frontera (Frontur) y la oficina balear de estadísticas (Ibestat), se resume en la frase que da título a estas líneas: entre enero y abril viajaron a la isla 100.000 españoles más que en 2014. Hace un año llegaron 435.000, y esta vez fueron 534.000. Una subida del 22% que hay que atribuir sobre todo a esa Pascua de lleno, en la que abrieron más hoteles, y encima se llenaron más.

Y lo mismo puede decirse del turismo extranjero, que engordó sus números en 100.000 viajeros entre enero y abril, aunque en este caso la subida se distribuyó de forma más homogénea entre enero y abril. Con todo, Balears cierra los primeros cuatro meses del año con 1.739.180 turistas, una cifra que le sirve para colgarse dos medallas a la vez: la que convierte a las islas en la comunidad en la que más creció el turismo en este invierno e inicio de primavera (un 13,3% acumulado) y, otra medalla que quizá luce aún más, la que distingue el hecho de que Balears alcanza su mayor cifra de turistas entre enero y abril desde el año 2009, justo cuando la crisis empezaba a destruir la economía española (estalló en septiembre de 2008, con la quiebra en Estados Unidos del banco Lehman Brothers).

Entonces, con el paro aún lejos de los cinco millones de desempleados de hoy, fueron 1.851.000 los turistas aterrizados en las islas, que cayeron a un mínimo de 1.535.000 en 2014, antes de recuperarse con fuerza este último invierno. Lejos quedan todavía las cifras previas al estallido económico de 2008, cuando en el tramo de enero a abril viajaban al invierno balear hasta 200.000 viajeros más que hoy. Pero la mejoría es clara. Al menos la estadística, que aún no han salido las cifras de facturación en euros, las que de verdad importan.

Avanza el alquiler turístico

En el caso español, la explicación de la subida es compartida por todo el sector turístico: el aumento de confianza de los españoles, pese al paro aún en máximos, está estimulando el consumo. Lo confirman los datos de crecimiento del Banco de España. En el caso extranjero, la evolución es desigual. En lo que va de año, Balears se ha visto beneficiada por un repunta en la llegada de italianas y un incremento de la cifra de alemanes, hecho este último más destacable, porque los visitantes germanos caen en el resto de España. A cambio, se desinflan los viajes desde los Países Bajos y los escandinavos, mientras el mercado ruso sigue siendo intrascendente y el francés, rompiendo la tendencia positiva de los últimos años, baja en las islas.

Un fenómeno de moda contribuye de forma decisiva a que las cifras de invierno sean las mejores de la crisis: el alquiler turístico. El volumen de viajeros que se decantó en el inicio del año por arrendar un piso o casa cuando visita Balears creció un 21%, un salto cuarenta veces superior al que experimentaron los hoteles (un 0,5% más). Aún así los hoteles siguen ganando clientes, para dejar claro una vez más que el alquiler turístico, lejos de quitar negocio a los hoteles tradicionales, genera su propia demanda. De ese modo, el 63% de los viajeros se alojan en establecimientos hoteleros. Pero la irrupción del alquiler sigue cambiando hábitos. Otro ejemplo: desciende la proporción de viajeros que compran paquetes turísticos, mientras sube un 7% el número de quienes deciden organizar el viaje por su cuenta.

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