La lluvia que ha caído a primera hora de la mañana en Palma ha vuelto a provocar tráfico denso y retenciones en los accesos a la ciudad, especialmente desde las autopistas de Inca y de Llevant.

Ayer, tras unos días de sol de justicia, llegaron las nubes y trajeron consigo un desfile de turistas motorizados que colapsaron los accesos a Palma.

Las entradas a la ciudad, especialmente por el paseo marítimo, se vieron resentidas durante las horas en que desaparecieron el sol y el calor. Desde media mañana en la entrada desde la autopista de Llevant comenzaron las retenciones que se prolongaban hasta la nueva salida del Molinar

A las once de la mañana la Policía Local de Palma activó la tradicional Operación Nube, bautizada así por las circunstancias meteorológicas que provocan su puesta en marcha.

La Operación Nube trató de prevenir los colapsos circulatorios que se originan en Palma en los días sin playa. Los agentes se desplegaron en varios puntos del paseo marítimo entre Can Pere Antoni y el Moll Vell, en la ahora llamada avenida de Adolfo Suárez. Una de sus misiones fue agilizar la entrada al aparcamiento subterráneo del Parc de la Mar, en el que se vieron largas colas para acceder y estacionar.

Aparcamientos saturados

Los policías municipales también actuaron en otros puntos conflictivos por el elevado número de coches que circulan, como la avenida de Antoni Maura y la Rambla. Los aparcamientos de la plaza Major y de Vía Roma también tuvieron colas.

Tropas de turistas se dejaron ver por la ciudad durante el día nublado. MANU MIELNIEZUK

Todas las principales arterias de circulación del centro histórico se colapsaron o padecieron tráfico denso durante toda la mañana de ayer. Desde el centro de control de tráfico de Cort modificaron los tiempos de los semáforos para descongestionar las calles principales y evitar atascos mayores.

Con el regreso del sol al mediodía se aligeró el tráfico rodado. Pero en el centro palmesano se continuaron viendo estampas estivales por el elevado número de turistas, aunque muchos de ellos vistieron manga larga o chaqueta.

Las terrazas de bar se vieron rebosantes, mientras que también aumentó el movimiento en las tiendas de ropa, de joyas o de souvenires.