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Cort aplaza la reforma del Bloque XII de Corea por un desacuerdo vecinal

El consistorio suspende la reparación de desperfectos porque no sabe dónde guardar el material de obra - La constructora toma un local de la comunidad y cambia la cerradura sin permiso de los propietarios

Blázquez intenta abrir la puerta del local comunitario cuya cerradura fue cambiada sin permiso.

Tras dos años de espera, parecía que la pesadilla de vivir en un piso defectuoso iba a terminar. Pero no. El Ayuntamiento de Palma ha aplazado las obras de reparación de desperfectos del Bloque XII de Corea, en el barrio del Camp Redó.

Un malentendido entre Cort y los vecinos ha motivado la suspensión de los trabajos, que iban a comenzar la semana pasada. El Consorcio Riba, el organismo municipal encargado de la rehabilitación integral de Corea, no sabe dónde guardar el material de las obras.

En vez de contratar una caseta de obras y colocarla en la calle, el consistorio ha solicitado a los vecinos del Bloque XII que les cedan un local en los bajos del edificio para hacer acopio de los materiales y herramientas.

La propuesta de Cort fue comentada con algunos vecinos de manera informal. La sorpresa en el bloque de viviendas tuvo lugar el pasado miércoles, cuando la empresa responsable de la reforma comenzó a descargar sacos dentro de la sala de juntas de la comunidad de vecinos.

En total, han almacenado veinticinco sacos de yeso, otros veinte de picadís, cinco de cemento y otros productos varios de menor tamaño. También han tapado las ventanas con cartones para que no se vean los materiales desde el exterior de la finca.

Pero lo que causó más desconcierto entre los vecinos fue que los trabajadores de la constructora adjudicataria cambiaron una de las dos cerraduras que dan acceso al local, situado en los bajos del edificio.

Los propietarios temen que, en caso de siniestro, el seguro no les cubra los daños que causen los obreros en el local de la comunidad. La habitación tiene uso como sala de juntas para reuniones de los propietarios.

El presidente de la comunidad de vecinos, Víctor Blázquez, se negó a firmar la autorización para cambiar la cerradura porque no había un acuerdo previo de la junta de vecinos. La asamblea se reunirá el viernes para decidir si presta el local. "Lo más gracioso es que el Consorci Riba nos negó la posibilidad de convertir esa sala en un trastero y ahora quieren guardar allí el material de obras", afirma Blázquez.

Mientras que el Ayuntamiento se queja de la falta de colaboración, los vecinos lamentan que el consistorio actúe a la fuerza y sin la autorización de los residentes en el edificio. "No es normal que se metan aquí a saco", agrega el presidente vecinal.

Construcción mal ejecutada

Las obras que se tienen que ejecutar en el Bloque XII no son nuevas, sino que es una reparación de la construcción mal ejecutada. Abrirán ventanas en la escalera, que solo tiene luz y ventilación desde la terraza superior.

También alisarán las paredes de la escalera y perforarán las ventanas de la fachada, que están construidas con placas metálicas sólidas y son incontrolables cuando hay viento porque se genera un efecto vela. Por último, retirarán la chapa metálica de la planta baja de la fachada y la sustituirán por piedra natural.

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