El alcalde de Palma, Mateo Isern, reiteró ayer que un gobierno municipal en funciones -lo que ocurrirá el día después de la celebración de las próximas elecciones municipales y autonómicas del próximo día 24 de mayo- no va a adjudicar la gestión del Palacio de Congresos y de su hotel al Grupo Barceló.

Isern considera que "estando en funciones no sería correcto que la junta de gobierno adopte un acuerdo de esta trascendencia". Dicho lo anterior, el alcalde apuesta por trabajar "con tranquilidad y normalidad" sobre esta cuestión y estar a la espera tanto de la nueva valoración encargada ayer al departamento correspondiente de la gerencia de Urbanismo, como de los informes que van a emitir al respecto los servicios jurídicos municiales y la Intervención de Cort.

El alcalde manifestó que lo más importante es que la adjudicación se realice con las máximas garantías jurídicas y que las obras continúrán hasta su total finalización, tras la resolución del "grave problema de la financiación".

En relación al informe que inicialmente se anunció que se recabaría al Consell Consultiu, el alcalde manifestó que, por el momento, no se va a hacer, puesto que la secretaria del Ayuntamiento de Palma ha informado que lo correcto es solicitarlo una vez haya un acuerdo de adjudicación definitiva, algo que aún no ha ocurrido.

Por el momento, el equipo de gobierno está a la espera de la nueva valoración del hotel encargada a Urbanismo. En función de este nuevo informe actualizado pueden ocurrir varias cosas. Si se mantiene el precio de 40 millones o éste es inferior, se podrá adjudicar definitivamente la gestión del Palacio y del hotel al Grupo Barceló, puesto que su oferta ha sido la ganadora frente a la oferta presentada por Melià.

Por el contrario, si en estos dos años se considera que el precio del hotel supera los 40 millones consignados en el primer informe municipal, probablemente el concurso sería declarado desierto y se debería convocar uno nuevo.

También puede ocurrir que el Grupo Barceló renuncie a la compra del hotel, ya que es un derecho del ajudicatario y no una obligación. En este supuesto, si los informes de Intervención y de los servicios jurídicos municipales lo permiten, se podría proceder a la adjudicación con el compromiso del ganador de no comprar el hotel.

Sea como sea, para que la decisión se pueda adoptar antes de que el Ayuntamiento esté en funciones restan aún varias semanas, por lo que Isern no descartó que se pueda prodecer a la adjudicación definitiva.

El alcalde aceptó que esta dilación en la adjudicación podría retrasar la apertura de esta infraestructura "unos dos o tres meses sobre la agenda prevista". No obstante, consideró que "en estas ocasiones hay que actuar con normalidad" porque si la decisión no la toma el actual equipo de gobierno lo hará el siguiente.