No hubo acuerdo ni consenso sobre el futuro urbanístico de la Platja de Palma. El PP aprobó ayer en solitario en la Comisión Insular de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Consell de Mallorca el Plan de Reforma Integral (PRI) de la Platja de Palma. Un documento urbanístico que afecta a las zonas turísticas de Palma y Llucmajor y que reduce en un 40 por ciento la población prevista en la actualidad en sus respectivos Planes Generales de Ordenación Urbana.

Esta reducción poblacional no se obtiene mediante la desclasificación de suelos urbanos o urbanizables, sino que, básicamente, se consigue manteniendo la idiosincrasia de los núcleos de población existente. De esta forma, las parcelas de suelo urbano de uso residencial mantendrán su edificabilidad actual de planta baja más un piso en lugar de que puedan ser sustituidas, como permitía hasta ahora el planeamiento en vigor, por edificios de cuatro plantas o más.

Así, los 66.134 habitantes previstos en los planeamientos en vigor pasan a 39.111, lo que supone una reducción del 40 por ciento. Este parámetro también se refleja en lo que se refiere al número de viviendas incluidas en el ámbito de actuación del Plan, que pasan de las 22.045 permitidas actualmente a 14.302. El nuevo planeamiento aprobado ayer definitivamente por el Consell de Mallorca incluye 80 prescripciones o modificaciones que se deberán ejecutar necesariamente a medida que se desarrolle el plan. Afecta a 992 hectáreas de s'Arenal de Palma y Llucmajor. Prevé un crecimiento del suelo urbano importante, ya que pasa de las 444 hectáreas actuales a las 533 previstas, mientras que el suelo urbanizable disminuye, pasando de las 239 hectáreas actuales a las 125 incluidas en el PRI.

También se produce un incremento del suelo rústico en 24 hectáreas por la desclasificación de algún sector que ahora está como urbanizable. De esta forma, este tipo de suelo pasará a ser de 333 hectáreas frente a las 309 incluidas en el planeamiento actualmente en vigor. El número de plazas hoteleras no sufre variaciones importantes en relación a a las 40.000 existentes en la actualidad, aunque el Plan establece una serie de incentivos que favorecen el aumento de la calidad de la oferta hotelera. De esta forma, según explicó el teniente de alcalde de Turismo y Gerente del Consorcio de la Platja de Palma, Álvaro Gijón, el PRI prevé que en un futuro el 60 por ciento de la oferta hotelera sea de cuatro estrellas, el 30 por ciento de tres y el 10 por ciento de cinco. En estos momentos no hay ningún hotel de cinco estrellas y la mayoría son de dos, con una considerable presencia de establecimientos de una y dos estrellas.

Por lo que se refiere a la oferta hotelera, el nuevo PRI permite también los denominados hoteles de ciudad, aunque éstos solo se podrán autorizar en parcelas que dispongan del uso hotelero. Se trata de una condición impuesta por el Consell de Mallorca con el fin de garantizar que no se cambie el modelo turístico por esta vía. En relación a esta cuestión, los nuevos hoteles de ciudad, exonerados de los ratios que se exigen de metros cuadrados por plaza, deberán ser, como mínimo, de cuatro estrellas.

Los redactores del plan prevén la generación de una inversión global de 469 millones, de los cuáles 365 procederán de la iniciativa privada y 104 de las administraciones públicas para mejorar las infraestructuras de la zona.