El debate sobre el futuro del puerto de Palma sigue abierto, aunque la Autoritat Portuària de Balears (APB) ya tiene un modelo en mente para una de las infraestructuras más importantes de la ciudad. Según defendió ayer el presidente de la APB, Alberto Pons, el puerto de Palma debe "apostar por los megayates, la náutica deportiva y los cruceros de gran eslora". El máximo responsable de los puertos baleares afirmó que las embarcaciones de lujo simbolizan el futuro económico de la ciudad y que serán éstas las que se convertirán en una "máquina de generar riqueza" para la ciudad.

La APB sigue buscando el consenso de diferentes sectores sociales y ayer presentó el borrador de plan director ante un nutrido grupo de empresarios en la sede de la Cambra de Comerç de Mallorca.

Según explicó Pons, el proyecto de plan director del puerto de Palma implica la construcción de 3.200 metros lineales de nuevos diques de abrigo y otros 1.400 metros más de pantalanes para embarcaciones de recreo.

El presidente de la APB incidió en que el plan director no hará sitio para embarcaciones pequeñas. Reconoció implícitamente que su propuesta no satisfará el interés de los pequeños aficionados a la náutica.

"No buscamos cubrir las necesidades, sino las apuestas. Hay unos 200 o 300 ciudadanos en lista de espera para amarres de menos de 8 metros. Podríamos centrarnos en esas pequeñas esloras, pero nuestra apuesta son los megayates. Eso responde a razones económicas y promocionales por y para la isla", declaró Pons.

Las estadísticas que maneja el jefe de la APB señalan que el 50% de los megayates que se están construyendo "quieren venir al Mediterráneo, y es mejor que vengan a Palma que a otros puertos". "Creemos que esta inversión tiene un retorno claro. Nuestra apuesta va dirigida hacia las grandes esloras y los megayates", reiteró Pons con rotundidad.

Desde que presentaran el borrador del plan director en abril de 2014, las grandes cifras del documento no han variado. Se prevé una inversión total de 550 millones de euros. Con ese dinero, la APB quiere construir un segundo dique del Oest para ferries y barcos de mercancías. El Moll Vell se reconvertiría en una zona de ocio, mientras que el muelle de Ponent se destinaría en exclusiva a cruceros. Frente a la Seu, se prevé un nuevo puerto deportivo que alojaría hasta 200 megayates.