El Centro de Distribución de Alimentos que Càritas abrió ayer en el Amanecer podrá atender a alrededor de 200 familias que hasta ahora han sido ayudadas por cinco parroquias de Palma. Los otros dos locales de este tipo se encuentran entre Son Gotleu y Pere Garau y en la Vileta. Todos ellos se diferencian del anterior sistema de reparto de comida en que los voluntarios ya no otorgan una bolsa a cada necesitado, sino que funcionan "dando puntos a las familias según el número de miembros para que escojan sus productos", que están valorados con puntos.

Se ha puesto en marcha "para intentar dignificar a las personas. Antes tenían una actitud pasiva y el sistema no se adaptaba a las necesidades reales". Ahora es "como ir al supermercado", según afirmó la directora de Càritas en la isla, Margalida Riutort.

El centro recién inaugurado se encuentra junto al convento de las misioneras dels Sagrats Cors de s'Olivera, en la calle Gabriel Fuster 16, y atiende a quienes son derivados de las parroquias del Eixample, l'Encarnació, Santa Catalina Thomàs, Sant Francesc de Paula y la Resurreció. Además, Càritas está en negociaciones con la parroquia de la Inmaculada para que también se sume a esta iniciativa, que Riutort espera que algún día desaparezca "porque significaría que la gente puede ir al supermercado con sus propios recursos económicos".

El tercer centro, inaugurado un año después del primero y gracias al éxito de éste y del de la Vileta, abre los martes de 16,30 a 19 y los miércoles de 9 a 11,30. Las 200 familias derivadas acudirán cada dos semanas para adquirir comida y artículos de limpieza e higiene personal, un centenar de ellas durante una semana y el otro la siguiente.

El secretario de Càritas, Joan Francesc Planas, explicó que los necesitados atendidos son los que tienen "un seguimiento por parte de los servicios sociales" de la entidad religiosa. Y añadió que también hay centros de este tipo en Sóller, Manacor y Felanitx, en colaboración con la Cruz Roja y los ayuntamientos.

Una familia de cinco miembros recibe 40 puntos semanales, a una de tres le tocan 30 puntos y una persona sola recibe 15. Con ellos pueden adquirir aceite por cinco puntos, azúcar por tres, macarrones por 0,5 o leche en polvo para bebés por tres puntos, por poner varios ejemplos.

Los objetivos son racionalizar los recursos existentes y unir los esfuerzos; dignificar el reparto de alimentos, porque los necesitados participan; ser más equitativos en la distribución; trabajar en red entre las diferentes parroquias y entidades implicadas con el fin de evitar duplicidades; y sensibilizar a la sociedad sobre el problema de la falta de alimentos, según enumeraron.

Los artículos provienen de los particulares, empresas, campañas que realizan de forma periódica y del Banco de Alimentos, que en ocasiones también les puede ofrecer productos frescos, como fruta y verdura.

Al acto de inauguración del tercer Centro de Distribución de Alimentos de Càritas en Palma acudieron casi 50 personas, la mayoría de ellas voluntarios de las cinco parroquias que se han unido en esta iniciativa, ubicada en un local del convento de las misioneras de s'Olivera.