Seguramente Dominique está jugando ahora con su nuevo gato. Ayer tenía bastante claro que le quería llamar Doraemon, aunque resulta que es una gata, por lo que a lo mejor le cambia el nombre. De lo que no hay duda es que a este niño de ocho años le gustan los felinos. Y también sabe que puede jugar con ellos pero que "las mascotas no son juguetes ni un regalo, sino una responsabilidad. Son seres vivos a los que hay que cuidar", incide la encargada del Centro Canino Internacional, Maria Fuster, tras entregarle a su gatita.

Esta organización y Magatzem Verd organizan ayer y hoy unas jornadas para promocionar la adopción de perros y gatos como alternativa a la compra, que se suele incrementar durante estas fechas navideñas. El primero en dejar la tienda de General Riera para conocer su nuevo hogar fue Doraemon, aunque más tarde también fue adoptada la gatita Lupe. Hoy habrá más mascotas, que el Centro Canino tiene en acogida actualmente en casas de voluntarios a la espera de que alguien las quiera.

Entre ellas están Buba, una mezcla de pastor belga y golden, y su hermana Lili, ambas de casi ocho meses. Paula y su pareja han acogido al primer perro, mientras que Antonia y Fernando tienen al otro cachorro. Sin embargo, están tan "encariñados" con él que se plantean quedárselo.

Cuando Maria Fuster habla con los interesados en adoptar una mascota, se pone "un poco a la defensiva" si le dicen que es para un regalo. "No deberían ser utilizados como objeto y hay que dejarles claro que tienen que cuidarlos toda su vida, por lo que trato de profundizar en sus intenciones". Con Dominique fue fácil, ya que había tenido otro gato y "llevaba meses buscando" un sustituto al que cuidar.