­Dos bastones para avanzar simbólicamente contra la violencia de género. La cuarta edición de Nordic Walking Ciudad de Palma se alió ayer en la denuncia. Dos mil personas se apuntaron ayer a la Marcha Popular contra una lacra social que en España, en lo que va de año, se ha saldado con 44 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o sus ex.

A diez años de la aprobación de la Ley Integral Contra la Violencia de Género, las cifras no son alentadoras. De ahí que, y así se señaló ayer en el manifiesto leído en la plaza de Cort antes de dar comienzo a la marcha, "se ha de hacer visible la realidad de esta violencia contra las mujeres, darles apoyo y facilitar los medios y para asumir el compromiso de actuar contra todo tipo de violencia".

"Participamos con el aliciente añadido de concienciar a la gente de que se debe erradicar el que la mujer esté sometida al hombre. Nadie debe agredir a nadie", expresó Paco Ropero, un hombre de 70 años, con buen fondo físico dada su experiencia en atletismo, pero que es un "aprendiz" en la marcha con bastones. Se encontró con su amigo Juan Antonio Florencio. Ambos se preparaban en la plaza de Santa Eulària para tomar la salida en Cort.

Los Tambors per la Pau ponían ritmo a los participantes que, como las niñas de 8 y 12 años, Tiziana y Elina Miranda Valls, se enfrentaban a su primera marcha. Once kilómetros para los más aguerridos, desde Cort hasta el Aquarium de Palma, ó 7 para aquellos que llegaban hasta es Carnatge o los que solo caminaron hasta la playa del Molinar, unos 3,5 kilómetros.

Más de medio centenar de personas, pertenecientes al Nordic Walking Palma, estuvieron acompañados de su monitor Edu Gaviño quien resaltó las bondades de una modalidad de ejercicio que "es fuente de salud". Así lo corroboró Aina Rubí que desde febrero lo practica y asegura sentirse "más ágil". Ella también subrayó haberse apuntado ayer por "la causa contra la violencia machista".

Cuando Cort estaba a reventar, y una vez que se leyó el manifiesto por Francisca Sampol y Borja Gayá, ambos voluntarios del Institut Municipal d´Esports, hubo un momento de silencio en memoria de las víctimas.

"Mientras que exista una sola mujer que sufra violencia de género, esta marcha tendrá sentido", expresó ayer Ana Ferriol, concejala de Bienestar Social. Se sumó a estirar las piernas, la aspirante a alcaldesa Margalida Duran.

El paseo no era exclusivo de los que se apoyan en los palos sino que también se pudo ver a corredores con sus mascotas, como Rosa Gozálvez con su perra Maca.