La amenaza de cierre que apuntaba al Bar Alaska se disipa. Al menos, de momento. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma rectifica su anuncio inicial y aplaza el posible cierre de la mítica hamburguesería de la plaza del Mercat. Será el próximo consistorio -el que se elija en mayo de 2015- el que decidirá el futuro de este local de propiedad municipal. Así lo comunicó ayer la regidora de Interior de Cort, Irene San Gil (PP), tras la presión social y las críticas suscitadas.

Esa decisión se traduce en que el Alaska tiene asegurados siete meses de vida hasta que en junio comience el próximo mandato. A partir de entonces el futuro de este local, abierto en 1936, es incierto. La concejala popular explicó que sacarán un nuevo concurso para adjudicar la instalación. El pliego de condiciones -el documento para convocar la licitación- se está redactando. San Gil afirma que "no estarán hechos antes de seis meses", por lo que el concurso tampoco se convocará en esta legislatura.

En caso de que finalmente se licite la instalación, el chiringuito tendrá garantizada su continuidad. No obstante, una empresa distinta podría ganar la concesión, lo que implica que el Alaska dejaría de existir en las condiciones actuales.

La última concesión que obtuvo el Bar Alaska fue en 1995 y desde entonces ha agotado todas sus prórrogas. Mientras el próximo consistorio decide qué hacer con la hamburguesería, los actuales mandatarios pedirán a los dueños del Alaska que hagan obras. San Gil anunció que el local deberá adaptarse a una normativa europea del año 2013 sobre accesibilidad y salubridad. Entre otras medidas, deberán instalar un baño accesible para personas con movilidad reducida.

El consistorio tiene pendiente desde hace años un proyecto para reformar la plaza del Mercat, la calle de la Unió y la calle de la Riera y unir peatonalmente la Rambla con el Born. En ese plan urbanístico se decidirá si se mantiene o derriba el quiosco. También si se cambia la configuración de la plaza. Sin embargo, para todos estos planes no hay una fecha prevista.

Lo que sí tiene fecha es la comparecencia de la regidora San Gil y del concejal de Infraestructuras, Andreu Garau (PP), ante el pleno de Palma. Los dos deberán rendir cuentas ante la oposición y la ciudadanía por la amenaza de cerrar el Alaska el próximo jueves 27 en la sala de sesiones de Cort. La petición de dar explicaciones públicas la firmó ayer el PSOE, que interrogará a los ediles sobre la situación jurídica del bar y el futuro de la concesión. También preguntarán por los planes de remodelación de la plaza del Mercat.

La coalición Més per Palma -que, al igual que el PSOE, se mostró contra el anuncio de Cort-. La formación registró una moción que se deberá debatir en el pleno municipal de noviembre para evitar el cierre de la hamburguesería.