El teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma, Jesús Valls, afirmó ayer en el seno de la comisión del pleno que la administración municipal estaba obligada a conceder las licencias de urbanización y de obras al complejo comercial y de ocio de Ses Fontanelles.

Valls insistió en que la concesión de licencias son un acto reglado y que la administración municipal, si se cumplen todos los requisitos legales, no puede denegar ningún permiso. Recordó asimismo que los terrenos afectados por el proyecto eran urbanizables desde hace tiempo, e incluso contaban con las licencias municipales concedidas antes de que el anterior Govern de coalición de izquierdas suspendiera por ley su desarrollo urbanístico. Según Valls, "si hubiéramos partido de cero, probablemente la autorización del centro comercial y de ocio no hubiera sido la opción escogida".

Dicho lo anterior, el responsable municipal optó por poner en valor "los aspectos positivos del proyecto". Entre ellos, recordó que se trata de unos terrenos urbanizables situados sobre una parcela de 300.000 metros cuadrados de los cuáles dos terceras partes se mantienen como espacio libre público con un Plan para la recuperación de la zona húmeda, del Limonium barceloi, planta que solo crece en esta zona, además de la señalización de itinerarios de paseo y la posibilidad de visitar la zona con el fin de ponerla en valor. Asimismo, recordó que el nuevo complejo Palma Springs, según la promotora Unibail-Rodamco, "generará 2.300 empleos directos y 2.600 indirectos, además de albergar 200 locales comerciales, no todos ellos pertenecientes a grandes marcas".

De esta forma, el teniente de alcalde rechazó la propuesta presentada por el grupo municipal Més y apoyada por el PSOE en la que se pretende que el pleno del Ayuntamiento de Palma "lamente y condene la política comercial y urbanística del equipo del PP, que ha posibilitado la creación de 160.000 metros cuadradeos de nuevas grandes superficies comerciales durante la presente legislatura".

Los econacionalistas tambén quieren que el pleno condene la asistencia del alcalde, Mateo Isern, y del propio teniente de alcalde de Urbanismo, Jesús Valls, además de otros integrantes del equipo de gobierno municipal "a la fiesta convocada por los promotores del centro comercial de Ses Fontanelles, celebrando con sonrisas la condena a muerte de muchos pequeños comercios de s'Arenal y Can Pastilla y la destrucción de patrimonio natural del municipio".

Por su parte, el concejal socialista José Hila solicitó la "elaboración de un informe de cómo va a afectar el centro de Ses Fontanelles sobre el comercio y el empleo de la ciudad, porque, a su juicio "decir que no afectará es ilusorio, puesto que cada gran superficie supone la destrucción de empleo en el pequeño comercio y la precarización del que se crea".